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Cognocitivismo: La metáfora del ordenador humano
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Resumen: El cognitivismo es una corriente psicológica de la década de los años sesenta que estudia la mente humana como un sistema de conocimientos. Siempre se ha basado en la metáfora de la mente humana como ordenador.



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Su concepción de la mente humana como un sistema capaz de manipular símbolos, y la aceptación del supuesto de que la actividad inteligente implica la representación de la realidad.

Psicología cognitiva | El cognitivismo "clásico" o procesamiento de información | La Percepción | La conservación de la información (D. Norman)

El cognitivismo es una corriente psicológica de la década de los años sesenta que estudia la mente humana como un sistema de conocimientos o cogniciones.

Los intentos de explicar el modo en que los procesos cognitivos tienen lugar son tan antiguos como la propia filosofía; el término, de hecho, procede de los escritos de Platón y . Con el nacimiento de la psicología como disciplina científica independiente de la filosofía, la cognición se ha estudiado desde otros puntos de vista.

El cognitivismo hace referencia a un conjunto de teorías psicológicas que se ocupan de fenómenos como el pensamiento, el lenguaje, la percepción, la imaginación, el aprendizaje y la memoria. Estas teorías no surgen únicamente como reacción al introspeccionismo de principios de siglo, o al conductismo, tendencia que dominó la psicología hasta la segunda mitad de este siglo, sino que son también el resultado de una sociedad en la que se dan grandes avances en el campo de la tecnología, como lo demuestra el gran desarrollo en el tratamiento de la información, los avances de la cibernética y la ergonomía. Su origen se encuentra en la importancia que adquiere en las sociedades avanzadas el intercambio de símbolos y representaciones.

Desde la década de 1950 se ha establecido una escuela de psicología, denominada psicología cognitiva, que estudia la cognición desde el punto de vista del manejo de la información, estableciendo paralelismos entre las funciones del cerebro humano y conceptos propios de la informática como codificación, almacenamiento, recuperación y ordenación de la información. La fisiología de la cognición tiene poco interés para los psicólogos cognitivos, pero sus modelos teóricos han profundizado en la comprensión de la memoria, la psicolingüística y el desarrollo de la inteligencia, lo que ha permitido avanzar en el terreno de la psicología educativa.

Por su parte, los psicólogos sociales se han ocupado desde mediados de la década de 1960 de la consistencia cognitiva, tendencia de las personas a establecer una consistencia lógica entre sus creencias y sus acciones. Cuando no aparece esta consistencia (denominada disonancia cognitiva), se intenta restablecer cambiando su comportamiento, sus creencias o sus percepciones. El modo en que se clasifican los distintos conocimientos para establecer el orden mental interno es una de las claves de la personalidad; básicos para entender las reacciones de un individuo en un momento determinado y sus posibles desequilibrios mentales, se les ha denominado "estilos cognitivos".

Psicología cognitiva

La psicología cognitiva, en su núcleo central, refiere la explicación de la conducta a entidades mentales, a estados, procesos y disposiciones de naturaleza mental, los que considera su objeto de estudio y acerca de los cuales desarrolla su discurso. De acuerdo a esta amplia concepción, son ya múltiples las investigaciones y los desarrollos que han sido realizados en el curso de este siglo.

"En esta definición de psicología cognitiva entraría no sólo el procesamiento de información, sino también autores como Piaget, Vygotski o la moderna psicología cognitiva animal… todos ellos coinciden en que la acción del sujeto está determinada por sus representaciones. Pero el procesamiento de información es más restrictivo: propone que esas representaciones están constituidas por algún tipo de cómputo. […] Según esta idea, el hombre y el computador son sistemas de procesamiento de propósitos generales, funcionalmente equivalentes, que intercambian información con su entorno mediante la manipulación de símbolos. Según esta concepción, tanto el ser humano como el computador […] son sistemas cognitivos cuyo alimento es la información; y aquí la información tiene un significado matemático muy preciso de reducción de la incertidumbre." (Pozo, p.443).

La psicología cognitiva, también llamada psicología del procesamiento de la información, tiene los siguientes rasgos que la caracterizan:

- Su concepción de la mente humana como un sistema capaz de manipular símbolos, y la aceptación del supuesto de que la actividad inteligente implica la elaboración y representación de la representación de la realidad.
- Se ha basado en la metáfora del ordenador, por lo que a esta ciencia se la define por un enfoque de mecanicismo abstracto, esto hace que se entiendan las funciones del conocimiento como procesos de cómputo.
- Se interpreta a la mente humana como un sistema activo en sus interacciones con el medio.

En el campo de la psicología cognitiva proliferan los conceptos que hacen referencia a estados internos referidos a estrategias, planes, procesos, representaciones, operaciones, esquemas y estructuras que organizan las funciones del conocimiento.

El cognitivismo "clásico" o procesamiento de información

El cognitivismo "clásico" considera las funciones del órgano sin interesarse por su estructura o sus componentes, y trata de deducir cómo se desarrollan dichas funciones, qué condiciones deben reunirse para ello, etc. yendo así de lo superior a lo inferior, siempre en una perspectiva netamente funcionalista y considerando como referencia el modo en que las mismas funciones podrían -eventualmente- ser producidas en un ordenador.

"El supuesto fundamental del procesamiento de información, tal como lo conocemos, es la llamada descomposición recursiva de los procesos cognitivos, por la que "cualquier hecho informativo unitario puede describirse de modo más completo en un nivel más específico (o "inferior") descomponiéndolo en sus hechos informativos más simples" (según Palmer y Kimchi). En otras palabras, cualquier proceso o ejecución cognitiva puede ser comprendido reduciéndolo a las unidades mínimas de que está compuesto. […] Se supone que las computaciones son aditivas, seriales e independientes entre sí, dado que la naturaleza de una se esas computaciones no afecta al tiempo consumido por las restantes. [...]

De la característica anterior se deducen otros rasgos importantes del núcleo conceptual del procesamiento de información. Uno de ellos es que los programas de computador y el funcionamiento cognitivo humano están definidos por leyes exclusivamente sintácticas: se ocupan de determinar las reglas mediante las que esas unidades se agregan hasta constituir procesos complejos.
" (Pozo, p.45)

La Percepción

La percepción es la base de todo pensamiento. Aunque muchas veces se haya considerado como un canal de entrada por el cual ingresarían en la mente informaciones procedentes del medio ambiente, el capítulo siguiente sobre biología del conocimiento mostrará que no es exactamente así. Nada, en efecto, traspasa la membrana de las células detectoras. Los órganos de percepción sólo tienen por función reaccionar ante cambios en su entorno, los cuales podrían afectar el equilibrio que el individuo mantiene con éste y -por lo tanto- hacen necesaria una acción correctiva en pro del restablecimiento de dicho equilibrio. Pero la "realidad" que se detecta de este modo y lo que realmente significa esta detección constituyen problemas que han originado múltiples hipótesis interpretativas de parte de filósofos, biólogos y psicólogos.

Asumiendo que existen células nerviosas especializadas, encargadas de detectar cambios "externos" al individuo. Si los cambios generados en estas células sobrepasan cierto umbral mínimo, aparecen cambios estructurales que se expanden en el sistema nervioso hasta afectar a su "unidad central", el cerebro.

El "ingreso de la información" implica por lo tanto:

- la detección de cambios peculiares en el sistema nervioso, que atribuimos a condiciones que le son externas,
- la transformación de éstos y la transmisión de impulsos hacia una "unidad central" que los procesará,
- la conservación momentánea de la información mientras dure el proceso inicial de reconocimiento,
- la conservación definitiva de la información (bajo ciertas condiciones).
Los cambios detectados de este modo son llamados globalmente "perceptos" y tienen por lo tanto diferentes orígenes, pudiendo agruparse en tres categorías (cfr. Ruiz de Gopequi, pp.101-104):
- provenientes de cambios físicos exteriores al ser-,
- provenientes de cambios físicos u hormonales internos- y
- que corresponden a modificaciones no físicas internas, o sea propias de la mente (fenómeno de la reflexión).
También es importante recordar que los perceptos son eminentemente simbólicos, es decir referidos a una realidad que -en su mayor parte- no está en el sistema que ella modifica pero que estamos en condiciones de describir.

La conservación de la información (D. Norman)

La retención de información se produce en tres etapas y subsistemas que cumplen diferentes funciones: el almacén de información sensorial, la memoria de corto plazo y la memoria de largo plazo.

a. El almacén de información sensorial (Lindsay y Norman, pp.350-359)

Al ser activada, la célula perceptora trabaja durante 0,1 a 0,5 segundos, lo cual quiere decir que "conserva" información durante este tiempo, de ahí el nombre de "almacén de información sensorial". Se sabe también que queda luego inactiva un brevísimo lapso de tiempo (de 0,4 a 2 milisegundos), antes de estar nuevamente dispuesta a actuar.

Se puede experimentar esta forma de "memoria" dándose un ligero golpe con 4 dedos en un brazo: se observará como la sensación de presión permanece un momento antes de desvanecerse (mientras el recuerdo de ello aún perdura a nivel del cerebro). Es con este tipo de permanencia -en la retina- que operan el cine y la televisión para dar la ilusión de continuidad del movimiento y esconder el cambio de cuadro.

b. La memoria de corto plazo (Lindsay y Norman, pp.360-379)

Del "almacén sensorial", los impulsos fluyen (si están comprendidos entre los umbrales máximo y mínimo que imponen las células nerviosas) hacia el procesador central, donde entran a una nueva etapa de conservación: la memoria de corto plazo (MCP). Como lo veremos más adelante, no hay aquí una mera acumulación de los impulsos recibidos sino que se produce una transformación globalizadora de los mismos, que implica interpretación. La duración de la retención en esta MCP es del orden de 6 segundos, la pérdida u olvido pudiendo producirse por el paso del tiempo (±70% en 12 seg.) o por interferencia (entrada de nuevos impulsos).

Es famosa la ponencia presentada por George Miller respecto a la capacidad de la MCP en el Simposio sobre Teoría de la Información que tuvo lugar en 1956 en el Instituto Tecnológico de Massachussets (M.I.T.). Llamó "chunk" (trozo) a la cantidad total de información capaz de ser recibida en la memoria inmediata. Según sus investigaciones, un "chunk" se compone de un máximo de 7±2 componentes: 7 cifras ±2 (un número telefónico); 7 palabras ±2 (de una misma frase), una ilustración 7±2 componentes significativos (iconemas), etc. Esto hace que la extensión de la MCP corresponde al campo de percepción "inmediata", es decir a un conjunto significativo de estímulos que captamos en una mínima unidad de tiempo. Pero también muestrta que los componentes del chunk no son exclusivamente formales sino que son formas a la cuales corresponde una unidad de significado (un concepto, un nombre, una idea). (Cfr. Miller, pp.100 s.)

Es propio de la MCP la posibilidad de repetir (por una vía interna) su propio contenido con el fín de extender su alcance en el tiempo. Si solo repetimos algo hasta "usarlo", como memorizando un número de teléfono que nos han dictado hasta poder anotarlo, estamos ante una mera "repetición de Mantenimiento". Pero si usamos este proceso para -al mismo tiempo- efectuar comparaciones con otros datos que conocemos o hasta establecer más claramente el significado de lo percibido, hacemos un proceso llamado "repetición de Integración", que transfiere la información a nuestra memoria de largo plazo.

c. La memoria de largo plazo (Lindsay y Norman, pp.383-421)

La información contenida en la MCP que cumpla ciertos requisitos pasa a la memoria de largo plazo (MLP), donde quedará registrada en forma indefinida.

Como lo muestran muchos experimentos, lo que no recordamos conscientemente aún "está ahí" y puede ser reactivado sea por hipnosis sea por fármacos o aún por choques traumáticos... que también pueden provocar amnesia. En otras palabras, lo que recibe la MLP no se pierde; lo que desaparecería son los medios para acceder a la información. La información más reciente va borrando los caminos de acceso a lo antiguo, si no nos preocupamos de "limpiarlos" trayendo lo antiguo a la conciencia.

¿Cuáles son estos requisitos para ingresar a la memoria permanente? Al hablar de la mantención de información en la memoria a corto plazo, hemos distinguido la "repetición de mantenimiento" y la "de integración" en función de la posibilidad de traspaso a la memoria permanente. En efecto, la mera repetición de mantenimiento no es suficiente: podemos quizás evitar durante varios minutos que se nos olvide alguna cifra de varios dígitos o una serie de palabras no vinculadas entre sí, pero será casi imposible recordarlas algunas horas después. Tiene que estar involucrada alguna significación importante para nosotros. Conforme a esta significación, la mente decide qué conservar y -para ello- cómo procesar la información. En otras palabras, solo hay memorización definitiva si existe un esfuerzo de Atención y un "Tratamiento" consecuente. La memoria sin atención, no sobrepasa el corto plazo.

La integración de información se efectúa de acuerdo a la estructura de la memoria, mediante análisis de esta información y determinación de sus Relaciones con lo que ya está almacenado. De este modo se establecen "interconexiones" y aparecen múltiples "rutas de acceso" a dicha información. Así, tampoco está conservada en un lugar único y preciso, sino que distintos elementos quedan archivados en posiciones alejadas unas de otras y a veces repetidas (lo cual es también un mecanismo de alta seguridad). Además, un esfuerzo consciente por afinar y multiplicar estas relaciones dará aún más seguridad y más vías de acceso, por lo cual se hará más fácil la recuperación posterior. De ahí que lo que menos comprendemos es lo que menos recordamos, y recíprocamente.

La MLP no solo conserva los datos y sus relaciones. Mantiene activo, además, un sistema de "inventario" que controla las "existencias" (datos) y registra sus "direcciones" (vías de acceso): es la llamada "Meta-Memoria" (memoria acerca de la memoria). El conocimiento de esta estructura y de sus mecanismos ha permitido desarrollar los métodos de "mnemotécnica" o arte de recordar. Pero "recordar" significa "rememorar", "revivir", o sea extraer de la memoria lo guardado en ella.

Si acabamos de decir -brevemente- cómo se guarda la información, hemos de preguntarnos ahora cómo encontrarla. La clave del sistema no reside en la capacidad (cantidad de información contenida) sino en la aptitud de los mecanismos para seleccionar con eficiencia (rapidez y adecuación) los caminos de acceso que permitan encontrar lo que buscamos.

Además de la meta-memoria y las relaciones, intervienen un sistema de interpretación y un sistema de control de las operaciones o Monitor. (De la interpretación de ello hablaremos más adelante). Ambos sistemas, en realidad, ya controlan el funcionamiento de la memoria de corto plazo y la transmisión de la información desde ésta hasta la memoria permanente o "de largo plazo".

Podemos sintetizar aquí lo que hemos dicho acerca de la estructura misma de nuestro órgano procesador (cerebro/mente): está compuesta de

- el Monitor o unidad de control,
- una unidad de interpretación,
- la memoria de corto-plazo, y
- la memoria de largo-plazo.

La información detectada por los perceptores está sometida al control del Monitor, es transformada por el Intérprete en la memoria de corto plazo, y pasa -si el Monitor lo admite- a la memoria permanente. Este modelo se muestra claramente semejante con la "arquitectura" de los ordenadores, especialmente al introducir una "unidad de control" y un "sistema de interpretación", componentes cuya existencia ha sido objetada por otros investigadores prestigiosos.

Modelos mentales (Holland)

Frente a la abstracción lógica de la teoría de los esquemas han surgido otros enfoques más pragmáticos y también más interdisciplinarios, aunque aún en la línea clásica del procesamiento de información. Quizás la más importante sea la teoría de los "modelos mentales" que se debe a Holland, un científico de la computación, y a sus colaboradores Holyoak, psicólogo cognitivo, Nisbett, psicólogo social, y Thagard, filósofo. Asumen muchos rasgos de la teorías antes expuestas, para desarrollar una amplia teoría tanto del aprendizaje como del procesamiento de información en general. Para ello intentan superar las críticas a las teorías de inspiración computacional asumiendo la insuficiencia de los enfoques exclusivamente sintácticos y la necesidad de especificar mejor las restricciones que aseguren la adecuación de las inferencias efectuadas por el sistema cognitivo (Pozo, p.149).




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El cognitivismo es una corriente psicológica de la década de los años sesenta que estudia la mente humana como un sistema de conocimientos o cogniciones.