Muchas personas saben que las hormigas son los animales más abundantes en la Tierra. Sin embargo, quizás sean pocos los individuos que están al tanto de que existen unas once mil especies de hormigas en el planeta.

Es tan grande la diversidad de hormigas existentes que hay una ciencia, la mirmecología, encarga de estudiar estos animales. A pesar de su diminuto tamaño, su peso combinado es mayor que el peso de todos los humanos.

Además de ser la forma viviente más abundante, las hormigas pueden convertirse en “bioindicadores” especialmente buenos. Por ejemplo, los ecólogos pueden determinar el estado de deterioro de un ecosistema basándose en su población de hormigas.

Hasta ahora, el conocimiento sobre las diversas especies de hormigas estaba disperso, lo cual dificultaba la labor de los académicos y ecólogos interesados en el estudio de estos pequeños insectos.

Esta situación era causada principalmente por el hecho de que las investigaciones que descubrían nuevas especies de hormigas eran publicadas en revistas científicas, pero no eran almacenadas en conjunto.

Base de datos

Las hormigas son conocidas por tener la capacidad de

Ante la carencia de un registro central, el Museo de Historia Natural de Estados Unidos, la Universidad Estatal de Ohio y el Banco de Datos de Ilustraciones de hormigas de Japón, se unieron para crear la primera base de datos de las once mil especies de hormigas conocidas.

Antbase.org es el nombre que recibe este proyecto que, según Donat Agosti (científico suizo asociado al museo estadounidense) constituye “la primera lista en Internet, continuamente actualizada, de todas las hormigas del mundo”.

Agosti explicó que Antbase.org es un proyecto totalmente nuevo y “único en su alcance”, pues reúne una lista completa de las hormigas conocidas en el mundo con enlaces a artículos, estudios e ilustraciones.

Otros científicos han elogiado el proyecto. Uno de ellos es Ted Schultz, entomólogo del Instituto Smithsonian en Washington, quien asegura que la base de datos de hormigas es algo “realmente valioso”, sobre todo para los ecólogos.

Según Schultz, los especialistas en medio ambiente pueden comparar las cantidades y tipos de hormigas que encuentran en un área de investigaciones con la lista en Internet de su población original para determinar si el hábitat está en equilibrio.