DON TELESFORO FUENTES DE HOYOS

Don Telesforo Fuentes De Hoyos
 
UNA GENERACION DE LIDERES
 

 

Hablar de los orígenes del municipio de Castaño, es sin lugar a duda referirnos a dos linajes familiares que a principios del siglo XIX le dieron forma e imagen a la hacienda, congregación y posteriormente villa, que llevaría como sino en su experiencia histórica, dar a la región lideres y valientes soldados, que respondieron a la patria en momentos aciagos y le dieron lustre a su solar nativo, ellos fueron los Fuentes, con lejanos orígenes en el sur del estado y los de Hoyos, antigua raigambre que se remonta a la misma fundación de Santiago de la Monclova, recordándonos  el altivo origen reinero de los antiguos vecinos de Monclova.

Para ello hemos de partir del excelente FONDO DR. REGINO RAMON, que hoy custodia el Archivo Municipal de Monclova y esta a disposición de los estudiosos de  los temas históricos que tienen relación con el estado de Coahuila y más particularmente la región centro.

De aquellas dos familias que en tiempos del gobernador Don Antonio Cordero y Bustamante, sentaron de manera  definitiva sus reales en el ojo de agua de Castaño y que dieron vida a un incipiente vecindario, el que habría de vivir una de sus más notables generaciones en la época de la Reforma, la intervención Francesa y República restaurada, destacaron  tres de sus hijos que participaron en la intensa vida miliciana que  experimento la región en la década de 1850, formando esta especie de trilogía de militares el coronel Ildefonso Fuentes, el teniente Telésforo Fuentes y el Capitán Baltazar de Hoyos.

Hacia el año de 1815 vivía en la hacienda de Castaño el matrimonio formado por Manuel Fuentes y Catarina de Hoyos, componiéndose su familia de: Ramón, Telésforo, Pedro, Anastasio, Andrés, Ildefonso, Abelino, Abraham y Elenita.

De la numerosa familia de Manuel y Catarina, recordamos a uno de sus hijos mayores, Telésforo  Fuentes de Hoyos, nacido el 5 de enero de 1823, en vísperas de la era Coahuiltejana y en los dias en que la plática común de las familias, era la inmemorial lucha contra los indios, motivo de irremediable zozobra y escuela para formar valientes.

A la edad de diez años como la mayoría de sus hermanos, escapa al terrible cólera morbus, que en su desolación, arrastro muy probablemente un mejor destino para la cuestión Coahuila y Texas, entendida esta como la prerrogativa monclovense, en función de su antigua calidad de ser capital, como siempre lo fue de la sierra del espinazo hacia el norte.

En 1838, sufrió como el resto de su familia, por el asalto de que fueron objeto sus hermanos en el Camino Real que iba al Saltillo, por la  indiada grande que regresaba del sur del estado y  a dos kilómetros de Castaño, rumbo a Monclova mataron a Pedro Fuentes, quien había casado apenas en 1836 con María Arciniega de la Garza, raptando al resto de la familia, solo logrando el vecindario de Monclova aquella noche rescatar a Elenita y Abraham, llevándose los mezcaleros a María Arciniega y Abelino Fuentes, quien contaba con siete años de edad, pasadas catorce años el niño Abelino regreso a la congregación y vivió hasta 1909 en que falleció de 85 años, de todo ello se recuerda que cuando se inquiría al viejo Abelino “a quien se parece Victorio:  a mí ” contestaba y fue voz común que la madre del legendario indio era la viuda de Pedro Fuentes el hermano de Telésforo que mataron los indios en el Puertecito en noviembre de 1838.

Ya en edad adulta casó Telésforo con  Antonia Petra de Hoyos,  con quien procreó a Frumencio y  niñas gemelas, siendo una de ellas  Felícitas Fuentes de Hoyos, nacida en 1867 y  que al correr el tiempo fuera la  esposa del acucioso historiador, Doctor Regino F. Ramón Cantú.

Telésforo se dedicó desde temprana edad, como muchos de sus coterráneos, a la ganadería, agricultura y comercio,  añadiendo a estas actividades  la minería, que habría de acompañar a Telésforo Fuentes, toda su vida.

El frío mes de enero de 1854, con treinta y un años de vida, recibe de Antonio Lopez de Santa Ana, el empleo de teniente miliciano de la 6ª compañía del batallón activo de Monclova.

 En los aciagos dias de la reforma y la intervención,  de manera constante lo encontramos participando en las variadas actividades del vecindario de la región y con mas ahínco a principios de la de cada de 1860, se deja ya entrever el Telésforo, comerciante y minero, sirviendo desde este su lugar en la sociedad de sus dias  como proveedor de los escuadrones  y grupos que protagonizaban las luchas de aquellos dias.

A principios de 1860, se intensifican sus tratos con Guillermo Stone, Daniel Wisle y F. Groos & Co.  De Paso del Aguila, Texas y con las casas Hernandez y Compañía,  Martínez Cárdenas Hermanos de Monterrey, N.L. y entre 1862, 63 y 64, formaliza su sociedad en la mina de Potrerillos, para finales de 1864, declinaba al cargo de juez 1º de primera instancia de Monclova “por tener preparado un viaje a San Luis Potosí”, que según expuso, tenia preparado con mucha antelación.

Al siguiente año de 1865, el 18 de agosto, tres meses antes  de conocer Monclova, el paso de una columna francesa,  la  administración municipal que sufrió numeroso cambios por la situación imperante en el país, recibe de  Don Telésforo Fuentes, la solicitud de que se le exonere del cargo de alcalde primero o propietario del ayuntamiento monclovense, que le había conferido Don Florencio Valdés, el jefe político de esas fechas “en virtud de poder atender sus cortos negocios y cuidar de su familia”, exponiendo su constante disposición  “para el servicio de la patria, tanto como que, no menos es de considerar el servicio activo que un hermano mío Ildefonso Fuentes desempeña en la milicia, dispuesto como siempre ha estado por defender la causa nacional”.

En 1866 cuando las tropas republicanas, asediaban a las huestes de Maximiliano en diversas regiones, Don Telésforo Fuentes, el comerciante de “la hacienda de Castaño”, vende a Juan Bustamante, estacionado en el Cedral, S.L.P., “136 pistolas nuevas, Colt reformadas y 21 de la misma clase un poco usadas”, por esa época consolida su participación minera en Potrerillos, junto con el capitán S. H. Harris, el mayor Boughn, el mayor Randle y el señor Winbsh, todos ellos vecinos o estantes en Eagle Pass, Texas;  Aumentando al siguiente año de 68, su participación en otro mineral llamado Real Viejo en compañía del extranjero Carlos Schuchard, quien por mucho tiempo le acompañaría en la exploración y explotacion de las minas.

Al triunfo de la república encontramos a Don  Telésforo Fuentes de Hoyos, inmerso en el acontecer político y social de la región y del estado, participando activamente en julio de 1869 en los procesos electorales que protagonizaron los recién invictos héroes de la lucha contara la intervención francesa, recibiendo el aliento de Don Victoriano Cepeda, quien le dirige misiva externándole sus parabienes: “Por el mejor éxito de sus trabajos electorales, cuyos frutos creo que muy pronto obtendremos”, con ello se iniciaría una etapa en la que por los encuentros y desencuentros de la clase política Coahuilense, Telésforo Fuentes estaría en determinado momento en los planos de definición  de los destinos del estado.

Telésforo Fuentes, compartió la mayor parte de su trato, oficial y comercial, con sus numerosos parientes y en especial, a lo largo de su correspondencia, destacan su hermano Ildefonso, quien lo mantenía al tanto de sus movimientos, como en  carta del 7 de noviembre de 1869, cuando desde Múzquiz en cumplimiento de sus encomiendas oficiales le dice: “Hoy mismo salgo de esta con toda la gente que se compone de ciento diez hombres”,  y lo  mismo con su primo y cuñado Estanislao de Hoyos Borja, quien se había avecindado en la antigua Santa Rosa donde casó con Leónides de la Garza, operando como enlace con los inversionistas y casas comerciales de allende la frontera, denominándole su agente en Piedras Negras,  para lo que  suministraba a su emprendedor primo de Monclova,  informes que le ayudaran en sus desarrollos mineros, como fue el caso de un propio que le envía el 9 de septiembre de 1870, en que le refiere las palabras de su socio americano G. Stone, diciéndole: “que ahora esta mas convencido de lo que ha dicho a usted otras veces y es que el capitán Harris, va a trabajar en apariencia la mina del Agua, pero que en realidad trabajara otra por su cuenta; Que tenga mucho cuidado con la mina del otro lado, que esta sobre la veta de la del Agua y si es posible,  que la denuncie, que el esta dispuesto en ampararla, que el capitán Harris aunque no dice nada va dispuesto a abrir el tajo desde abajo del relís, pero con la idea de denunciar y explotar por su cuenta las vetas que troce y están fuera de medidas de la mina de la compañía”.

El afán de explotar la minería en esos años, llevó a Telésforo y sus socios a indagar sobre antiguos yacimientos en la región, como aconteció con la solicitud que le hizo en 1871 su socio Guillermo Stone, de buscar en antiguos archivos documentos referentes a la vieja mina de San Rafael.

En los dias en que Anacleto R. Falcón, lucho por la gobernatura y el control militar del estado y se dio inicio a una revuelta en la que el coronel Pedro A. Valdés, el Winkar, sostuvo la legalidad al lado de Victoriano Cepeda,  Don Telesforo Fuentes estaba al tanto de lo que sucedía en función de sus inversiones y negocios, recibiendo noticias de sus amigos y allegados en  Piedras Negras, como es el caso del también coronel Nicanor Valdés, hermano del Winkar, quien se encontraba luchando en  bando contrario al de su celebre hermano, el  relata en un informe  cómo “el 13 de este mes se comenzó el ataque sobre esta plaza”, mencionando con detalle  los avances  calle por calle, sobre las fuerzas que defendían la ciudad y que a la postre  cruzaron el río para pretender entrar al país por Nuevo Laredo.

En aquellos trances, Vicente Galán, viejo amigo y agente de Don Telésforo, en el punto fronterizo asediado por la revuelta, muy angustiado le escribía el 29 de marzo de 1872: “por voluntad de Dios he quedado sin casa, sin empleo y sin recursos. Estoy con mi familia en el Paso del Aguila y en la alternativa  de resolverme, o a irme para San Antonio, o meterme de veras  a la bola”.

Don Telésforo Fuentes, mantenía buenas relaciones con uno de los jefes  notables de la frontera y para ese momento, la cabeza de los movimientos políticos y militares del norte, Jerónimo Treviño, a quien solicita en junio de ese año le extienda pasaporte para dirigirse a Piedras Negras junto con  “un compañero y cinco mozos, todos armados que van a negocios propios”.

Reconocidos, Don Telésforo y su hermano Ildefonso como personas de amplio ascendiente en norte de Coahuila, eran requeridos en los años posteriores al triunfo de la república, para apoyar la consolidación de una lucha que les había sido muy propia, desde la ciudad de Saltillo Juan N. Arizpe, expone  a los renombrados vecinos de la jurisdicción de Monclova “Por recomendarme mucho de México el señor general y abogado D. Vicente Riva Palacio, para la elección de presidente de la suprema corte de justicia, que tendrá lugar los domingos 2º y 4º del próximo febrero, molesto a ustedes suplicándoles que si no tuvieren compromiso  y estuvieren conformes con el candidato  propuesto, tengan la bondad de interponer sus buenas relaciones  en los pueblos de ese distrito y en los de la frontera a fin de que sea nombrado el ameritado Sr. Riva Palacio”.

Alternando sus negocios, con una cada vez más intensa vida publica, Don Telésforo, participa en el cabildo de Monclova como regidor primero en 1874 y 1877, cuyos ayuntamientos estuvieron  presididos por  Pablo González Ancira y Cayetano Ríos, respectivamente.

Llegó el año de 1880 y el vecindario de todo el municipio de Monclova, eligió para su nuevo alcalde a Don Telesforo Fuentes, acompañándolo en el cabildo: Andrés Villarreal, regidor 1º, Miguel Tomás Lobo regidor 2º, Indalecio Ballesteros regidor 3º, Ramón Flores regidor 4º, Valentín González Padilla, síndico procurador y Rafael Tijerina, secretario, pero transcurridos  tres meses, presentó su renuncia la que fue aceptada por el gobierno del estado substituyéndolo Don Severino Villarreal Cortinas.

Los problemas políticos en el estado se recrudecieron cuatro años despues a raíz de la postulación a la gobernatura de Antonio García Carrillo y Cayetano Ramos Falcón, este ultimo de San Buenaventura y con amplia presencia en el norte, momento en el que Don Telésforo Fuentes, al fin y de manera fugaz, entraría a figurar en la gobernatura del estado, aunque en lapso breve, identificado en el bando de Don Cayetano.

En la excelente obra “Coahuila, una historia compartida”, se compendia de manera  puntual aquel desencuentro, que aprovechado por Díaz, le permitió establecer el estado de sitio en la entidad, llegando el interinato del general Julio M. Cervantes.

A finales del año de 1884, ante la indecisión de quien era el candidato a gobernador triunfante, se sucedieron hechos de armas e inestabilidad, en los que  partidarios de Don Cayetano Ramos Falcón, promovieron como gobernador interino a Don Telésforo Fuentes,  el cual recibió de Pragedis de la Peña, un oficio con fecha 20 de noviembre, del tenor siguiente: “tengo la honra de adjuntarle un ejemplar del decreto que expidió la H. Legislatura, nombrando a Ud. Gobernador interino constitucional del mismo, para que previa la protesta de ley, se sirva pasar a recibir el poder ejecutivo que interinamente estaba a mi cargo”, ante lo cual, tomó posesión el día 21, recibiendo telegrama el 24 del General Porfirio Díaz, en que acusa recibo de estar enterado de su asunción al gobierno de Coahuila.

El apoyo norteño, no se dejó esperar para el flamante gobierno, el 25 de noviembre José María Tejada, informa a Don Telésforo: “Él haber salido de Monclova Don Policarpo Velarde a incorporarse con la gente de Castaño, sumando 35 hombres y el día 28 saldrán de parte de  Don Cayetano Ramos Falcón, 25 hombres al mando de Francisco Gutiérrez, para incorporarse a Velarde”, un telegrama del día 28 en la noche, confirma la llegada de la fuerza de Velarde a  la hacienda de Anhelo.

Difícil era por entonces la situación para los pueblos del estado y sus autoridades, a finales del mes Andrés A. Fuentes, sobrino de Don Telésforo, le escribe noticiándole la llegada del correo, con decretos “de la que se dice diputación Carrillista; No sé hasta este momento que partido tomara el ayuntamiento”, el cual era presidido por Don Miguel Villarreal Ontañón.

El 2 de diciembre Díaz, le escribe: “ayer me he hecho cargo de la presidencia de la república y en dicho puesto quedo a la de Usted, advirtiéndole que me sera muy grato recibir sus estimables indicaciones, ya sean estas referentes a asuntos de su administración o personales de Usted, que se sirva encomendarme”.

Los problemas no acababan en Coahuila y el 5 de diciembre la fuerza de Policarpo Velarde, desde la hacienda del Chiflón, informaba al gobernador: “Estimado Señor y amigo. Despues de una persecución sin descanso del enemigo, hemos llegado a este punto en donde espero sus ordenes. Señor estamos un poco mal porque la caballada no puede andar mas, esta muy ispiada y no tengo tiempo de mandar herrería y a mas estoy muy escaso de parque  de carabina negar y amarilla, espero de Ud. Me mandará, parque suficiente para el caso que se presente. El enemigo se organiza diariamente y nosotros nos desorganizamos, de manera que estamos propensos a un golpe porque el enemigo compone mas fuerza que nosotros y conoce el terreno. Don Francisco Gutiérrez me dice le diga a Ud. Que está en peores circunstancias, porque su fuerza se compone la mayor parte de curros de banqueta y colegiales, mal montados y mal armados, con poco parque, que Ud. Disponga lo conveniente”.

Ese mismo día el jefe político de Parras Max Campos, comunicaba a Don Telésforo, él haber dado por prisión sus respectivas casas a los señores Lorenzo González y Francisco Madero, concluyendo al final de sus letras: “Esto le hará a Ud. Ver que no hay hasta ahora más revolucionarios  que los que protege la casa de Madero”; Al siguiente día  rectifica su mensaje diciendo: “creo que una buena garantía para nosotros es la detención de Don Lorenzo y Antonio Hernandez y la mejor hubiera sido Francisco Madero, pero desgraciadamente una orden de Mier,  malinterpretada por Gutiérrez hizo que saliera en libertad, logrando así fugarse con la gente que a Ud. Avisé”.

Una extensa lista de telegramas recibió el gobernador Fuentes, desde la población de Candela, situada en los confines del estado, en ellos el alcalde José Luis Ortegón, le informa de la solicitud de los miembros del congreso adictos a Antonio García Carrillo para “permanecer en el área, hasta recibir la orden de disolución, la negué”, responde el funcionario, por lo que el   día 13 de diciembre de 1884, fueron detenidos por Medardo Montemayor miembro de la autoridad Candelense los integrantes de dicha fuerza: “Anoche, capturados Tomas Berlanga y Catarino Benavides, diputados carrillistas”.

Para el día 16 se conoció el encuentro armado acontecido en Progreso donde según asentaban “hubo varias desgracias”.

Para el 17 Díaz comunica a Don Telésforo, que ante el problema de Coahuila “es el senado quien ha resuelto la controversia”, se había declarado estado de sitio y se designó un gobernador del centro, en la persona del general Julio M. Cervantes.

Ante la solución operada del presidente y el inicio de otra etapa para vida de Coahuila, Don Telésforo Fuentes, se volvió a su tierra prosiguiendo en sus negocios y dedicado a su actividad favorita: la minería, para 1891-92 trabajaba el mineral de la Mula al norte del estado.

Habiendo cumplido los setenta años y tres meses de edad, un 30 de abril de 1893, el viejo soldado del 6º batallón del regimiento de Monclova, exhalaba el último aliento, despues de pertenecer a una generación de lideres fronterizos, que defendieron la soberanía de la patria, cuando al suelo mexicano llegó el invasor francés, llenando de gloria a la región y compartiendo una característica común con otros de los hombres que se batieron con valentía por la bandera nacional, eran de la Hacienda de Castaño, jurisdicción de la municipalidad de Monclova, en el centro de la antigua Coahuila.
 
 
 

Agradecimiento al Sr. Lucas Martínez Sanchez, director del Archivo Municipal de Monclova, Coahuila, México, por el apoyo incondicional para la elaboración de ésta página.
Visiten el Museo Coahuila y Texas aquí en Monclova, asi como el archivo municipal de la Ciudad.

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Ultima actualizacion: 21 de Agosto de 2002
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