RECOMENDACIONES PRACTICAS DE MANEJO DE LA VÍA AÉREA

Dra. MARGARITA ARIZA DE ARTEAGA
Profesora Asociada

INTRODUCCIÓN

El presente Protocolo de Manejo de la Vía Aérea integra una serie de pautas para lograr el control de la oxigenación y la ventilación del los pacientes que van a ser sometidos a un acto anestésico-quirúrgico en las salas de cirugía.

1. OBJETIVOS

1.1 GENERAL

Establecer normas para el manejo de la vía aérea en pacientes que van a ser sometidos a cirugía electiva y de urgencias.

1.2 ESPECIFICOS

1.2.1 Definir pautas para la evaluación de la vía aérea en la consulta preanestésica
1.2.2 Establecer parámetros para la identificación de la vía aérea difícil y describir pruebas que ubiquen a los pacientes en determinado grado de dificultad
1.2.3 Reconocer los elementos disponibles para instrumentar la vía aérea
1.2.4 Definir pautas para la escogencia de determinado instrumento
1.2.5 Establecer un protocolo para el manejo de la vía aérea en los pacientes que van a ser intervenidos en cirugía programada
1.2.6 Establecer un protocolo para el manejo de la vía aérea en los pacientes que van a ser intervenidos de urgencia
1.2.7 Establecer la técnica de extubación de la tráquea

2. CONTENIDO
2.1. RECOMENDACIONES REFERENTES AL MANEJO DE LA VÍA AÉREA
2. 1.1 En todos los pacientes que van ser sometidos a anestesia general se debe hacer una evaluación de la vía aérea, de la que se debe extraer una conclusión con respecto a las posibles dificultades
2.1.2 Se debe elaborar un plan anestésico que tenga en cuenta estas posibles dificultades
2.1.3 Los anestesiólogos deben estar familiarizados con las técnicas de intubación y las técnicas alternativas a la laringoscopia directa
2.1.4 En caso de laringoscopia difícil no prevista se debe considerar una técnica alternativa para intubar
2.1.5 En las salas de cirugía se debe contar con los medios necesarios para afrontar una intubación difícil, (ej.: fibrolaringoscopio de adultos y pediátrico)
2.1.6 Se debe elaborar una estrategia para asegurar la permeabilidad de la vía aérea antes de proceder con la extubación de un paciente que fue difícil de intubar
2.1.7 Se debe informar a los pacientes sobre su intubación difícil
2.1.8 En caso de vía aérea difícil prevista o inesperada, se debe escribir en la historia clínica y en el registro anestésico una nota detallada sobre las dificultades y la forma de resolverlas
2.1.9 Los programas de residencia en anestesiología deben incluir en su curriculum un entrenamiento en las técnicas alternativas a la intubación endotraqueal

2.2 EVALUACIÓN PREANESTÉSICA
El examen de la vía aérea tiene tres fines: (1) conocer con anterioridad las características anatómicas del paciente que se pretende intubar, (2) predecir, en la medida de lo posible, el grado de dificultad de la intubación endotraqueal y (3) elaborar un plan de manejo de la vía aérea cada caso particular.

DEFINICIONES
La ASA definió la vía aérea difícil como la situación clínica en la que un anestesiólogo con entrenamiento convencional experimenta dificultad para ventilar con máscara facial, dificultad para la intubación endotraqueal, o ambas.
Ventilación difícil con máscara es (1) la imposibilidad para un anestesiólogo que no cuenta con ayuda, de mantener la saturación de oxígeno (SpO2) > 90% al administrar oxígeno al 100% y ventilar con presión positiva mediante máscara facial a un paciente cuya SpO2 era del 90% antes de la intervención anestésica, o (2) la imposibilidad para un anestesiólogo que no cuenta con ayuda, de evitar o revertir los signos de ventilación inadecuada durante la ventilación con presión positiva mediante máscara facial. Estos signos incluyen: cianosis, ausencia de movimientos del tórax, signos auscultatorios de obstrucción severa de la vía aérea, distensión gástrica por entrada de gas y cambios hemodinámicos secundarios a hipoxemia e hipercapnia.
Laringoscopia difícil: Imposibilidad para visualizar alguna parte de la glotis durante la laringoscopia convencional.
Intubación difícil: Situación en la que se requieren más de tres intentos o más de diez minutos para la inserción adecuada del tubo endotraqueal mediante laringoscopia convencional .

La laringoscopia difícil se mide de acuerdo con la clasificación descrita por Cormack y Lehane :
Grados de laringoscopia:
Grado I: se observan las comisuras anterior y posterior de la glotis
Grado II: la glotis está parcialmente expuesta y se observa sólo la comisura posterior
Grado III: sólo se visualiza la epiglotis
Grado IV: no se visualiza la epiglotis


2.2.1 ANTECEDENTES: Se debe indagar sobre intubaciones previas difíciles, anormalidades faciales congénitas, trauma previo de la vía aérea, cirugía o irradiación de la vía aérea y algunas condiciones médicas como artritis reumatoidea, diabetes mellitus, fracturas recientes o antiguas, u osteoporosis de la columna cervical.

2.2.2 EXAMEN FÍSICO
Se deben buscar las características que hagan sospechar una vía aérea difícil. Las más comunes son:
Examen general: obesidad, cuello corto y grueso
Examen de cabeza y cuello:
Estado de la dentadura, presencia de prótesis dentales
Incisivos y maxilar prominentes
Paladar ojival
Acromegalia
Mandíbula pequeña
Micrognatia con ángulos mandibulares obtusos
Inestabilidad o limitación de los movimientos de la columna cervical (el arco de movimiento total desde la máxima flexión hasta la máxima extensión normal es de aproximadamente 90°)
Limitación de la movilidad de la articulación temporomandibular
Disminución de la distensibilidad de los tejidos blandos submandibulares
Disminución de la apertura oral (que puede estar determinada por la reducción de la movilidad de la
articulación temporomandibular, trismus, cicatrices periorales, fibrosis perilabial)
Desproporción lengua-faringe
Disminución de la distancia atlantooccipital
Infecciones y tumores orofaríngeos
Estridor o disfonía (signo de epiglotitis o masas)
Disnea por obstrucción respiratoria alta
Hematomas o abscesos cervicales
Hematomas o abscesos en la cavidad oral, faringe o laringe
Cirugía de la región cervical anterior
Anormalidades de la columna cervical
Síndrome de Pierre-Robin
Implantación baja de las orejas

A los pacientes que presenten limitación de la extensión del cuello debe solicitarse una radiografía lateral de cuello con la cabeza en posición neutra para evaluar el ángulo formado por el eje de la cavidad oral y el eje faríngeo, la distancia atlanto-occipital y la distancia mandíbulo-hioidea.
A los pacientes que presenten movilidad de los dientes incisivos y caninos superiores se les debe informar sobre la posibilidad de pérdida de estos dientes, especialmente a aquéllos en los que se sospeche intubación difícil.

3. PRUEBAS PARA EL EXAMEN DE LA VÍA AÉREA
Después de haber realizado una inspección general a las fosas nasales, los labios, la lengua, los dientes y el cuello, después de haber descartado aumento de volumen en tórax y abdomen como en el caso de cifoescoliosis, gigantomastia, embarazo, en la evaluación preanestésica, se deben examinar los siguientes aspectos:

3.1 APERTURA ORAL: Mide la distancia entre los incisivos (DI) superiores e inferiores. Si la distancia entre los incisivos es menor de 4 cm se prevé una intubación difícil.
3.2 PROPORCIÓN LENGUA-FARINGE:
Prueba de Mallampati:
Mallampati , ha clasificado la vía aérea de acuerdo con el espacio proporcional que ocupa la base de la lengua en la cavidad oral, que permite observar las estructuras de la faringe. El examen se realiza con el paciente sentado abriendo al máximo la cavidad oral, sin provocar fonación, y sacando la lengua. Estos grados de dificultad se clasifican así:
Clase I: Son visibles las fauces, la úvula, los pilares de las amígdalas y el paladar blando
Clase II: Son visibles las fauces, la úvula y el paladar blando
Clase III: Son visibles el paladar blando y base de la úvula
Posteriormente Samsoon y Young añadieron una cuarta clase:
Clase IV: Sólo el paladar duro es visible

3.3 DISTANCIA MENTOTIROIDEA: se mide desde el borde superior del cartílago tiroides hasta el punto más saliente del mentón, con la cabeza extendida al máximo. Si esta distancia es menor de 6 cm se prevé una intubación difícil porque se asocia con una laringe anterior, y porque implica menor espacio en la cavidad oral para comprimir la lengua con la hoja del laringoscopio.

3.4 MOVIMIENTO DE LA ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR, o capacidad para la subluxación de la mandíbula (Sblux). Mide el máximo movimiento hacia adelante de los incisivos inferiores sobre los superiores.

Grado I - Capacidad de llevar los incisivos inferiores por delante de los superiores
(intubación fácil) Normal, Sblux > 0 cm
Grado II - Capacidad de alinear los incisivos superiores y los inferiores,
(alguna dificultad) Sblux = 0 cm
Grado III - Los incisivos inferiores permanecen detrás de los incisivos superiores
(difícil de intubar) Sblux < 0 cm

3.5 MOVIMIENTOS DE LA COLUMNA CERVICAL
(1) Con el paciente de pie y la cabeza en posición neutra, se le pide que extienda la cabeza al máximo. El ángulo normal formado por la línea horizontal que pasa por el borde de los dientes superiores y esta misma línea con la cabeza en su máxima extensión es de aproximadamente 35°.
(2) Con el paciente de pie y la cabeza en su máxima flexión, se le pide que extienda la cabeza al máximo. El ángulo normal formado por la línea horizontal que pasa por el borde de los dientes superiores y la misma línea con la cabeza en su máxima extensión es de 90º. Los pacientes con limitación de la flexo-extensión del cuello tienen estos ángulos por debajo de estos valores y están asociados con intubación difícil.
Para facilitar estas mediciones se puede utilizar una hoja de papel sostenida entre los dientes del paciente, o la descrita por Wilson y colegas en la que se coloca un lápiz verticalmente en la frente del paciente y se le pide que extienda al máximo la cabeza y el cuello mientras se observa la excursión del lápiz para medir el ángulo en uno de tres niveles: < 80°; 80 - 90°; > 90°.

3.6 DISTANCIA MANDÍBULOHIOIDEA : es la distancia cefalocaudal entre la rama horizontal de la mandíbula y el hioides (normal en hombres 2 cm, y en mujeres 1.5 cm). Se mide radiológicamente.

En la hoja de evaluación preanestésica, en la sección dedicada a la vía aérea, se deben consignar los siguientes datos (Anexo 1):
Antecedentes médicos y quirúrgicos relacionados con la vía aérea o movilidad articular, según la descripción hecha en 2.1.2
En la sección de examen físico se debe anotar:
Peso
Estatura
Apertura oral, según lo descrito en 3.1
Proporción lengua-faringe (Mallampati), según lo descrito en 3.2
Distancia mento-tiroidea, según lo descrito en 3.3
Grados de subluxación de la mandíbula, según lo descrito en 3.4
Movilidad de la columna cervical, según lo descrito en 3.5
Distancia mandíbula-hioidea según lo descrito en 3.6 (se debe medir si la movilidad del cuello está reducida, mediante radiografía lateral de cuello con la cabeza en posición neutra)
Predictores multivariados de dificultad en el manejo de la vía aérea (Anexo 2)

Cada una de las anteriores medidas tomada aisladamente no tiene la suficiente sensibilidad y especificidad para proporcionar una predicción precisa, pero si se toma la suma de varias de ellas se genera un índice de riesgo de dificultad más confiable. El-Ganzouri et al calcularon la seguridad de cada uno de los factores de riesgo que predicen una intubación difícil (Anexo 3) y elaboraron una escala de 1 a 12, que combina seis medidas (Anexo 2) más el antecedente de intubación endotraqueal difícil. El índice de intubación difícil será alto cuando la suma de las medidas simplificadas de riesgo sea ³ 4.

TÉCNICAS ALTERNATIVAS PARA EL MANEJO DE LA VÍA AÉREA DIFÍCIL
Se recomienda seguir el Algoritmo para la vía aérea difícil, definido por la ASA (Anexo 4)
Las técnicas alternativas más usadas para el manejo de la vía aérea difícil son:
Uso de diferentes hojas de laringoscopio
Intubación con paciente despierto
Intubación oral o nasal a ciegas
Intubación con fibrolaringoscopio
Intubación con guía o intercambiador de tubos
Intubación con estilete luminoso
Intubación retrógrada
Acceso quirúrgico a la vía aérea

Ante una intubación difícil no prevista, el primer paso a seguir es ventilar con máscara facial para mantener la oxigenación y, si se considera conveniente, la anestesia se puede revertir en cualquier momento y postergar la operación, si ésta no es de urgencia.
Si el paciente no se puede ventilar con máscara facial ni intubar, en primera instancia se utilizará la máscara laríngea , ya que permite la ventilación del paciente y puede servir para dar paso a un tubo endotraqueal (Anexo 4: Algoritmo para la vía aérea difícil).


4. ELEMENTOS NECESARIOS PARA EL MANEJO DE LA VÍA AÉREA
Mango de laringoscopio con baterías en buen estado
Hojas de diferentes tamaños (0 - 4) con luz funcionante
Pinzas de Magill
Guía, conductor o introductor flexible
Jeringa de 10 cc
Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas
Esparadrapo o hiladillo para fijar el tubo
Intercambiador de tubos
Tubos endotraqueales (2.5 a 8.5)
(Elección del diámetro interno del tubo en niños: Edad/4 + 4)
Tubos de doble luz, izquierdo y derecho (26 Fr - 41 Fr)
Respirador manual (Ambú) para transporte de pacientes intubados
Máquina de anestesia
Máscaras faciales de diferentes tamaños
Aparato de succión con cánula de Yankauer y catéter para succión endotraqueal
Receptáculo para colocar el laringoscopio y las máscaras usadas
Elementos opcionales: Fibrolaringoscopio, máscara laríngea Fastrach, Combitubo, estilete luminoso.


5. MANEJO DE LA VÍA AÉREA
Durante todo el procedimiento se debe administrar oxígeno fracción inspirada de oxígeno(fiO2) de 1 con máscara facial y monitorear pulsoximetría, electrogardiograma contínuo en DII, y presión arterial automática.
En esta sección se presentarán algunos de los métodos que existen para el apoyo ventilatorio inicial o definitivo de los pacientes.
Para el manejo de la vía aérea existen procedimientos no invasivos -en los que no se instrumenta la vía aérea- utilizando la máscara facial junto con cánulas oro y nasofaríngeas, medianamente invasivos como la máscara laríngea, e invasivos, que implican intervención sobre la vía aérea -intubación orotraqueal o nasotraqueal, cricotiroidotomía percutánea o quirúrgica, y traqueostomía.

5.1 VENTILACIÓN CON MÁSCARA FACIAL
Su función principal es mantener la permeabilidad de la vía aérea en el paciente inconsciente o semiconsciente sin reflejo nauseoso. Se debe acompañar con una cánula nasofaríngea u orofaríngea para impedir el desplazamiento de la lengua hacia atrás.

5.2 INTUBACIÓN ENDOTRAQUEAL
Previa administración de oxígeno suplementario, la técnica se debe realizar con la cabeza en posición de olfateo -flexión del cuello y extensión de la cabeza-. Esto se logra colocando una almohada de 8 a 10 cm en el occipucio. Si a pesar de la correcta posición de la cabeza la visión laringoscópica que se obtiene es Grado II o III de la clasificación de Cormack y Lehane, se debe intentar la maniobra de empujar el cartílago tiroideo hacia atrás, arriba y a la derecha , con la que se logra una mejor visión laringoscópica de la glotis.

INDICACIONES:
Oxigenación inadecuada que no se corrige con oxígeno suplementario administrado con máscara facial, ventilación inadecuada (PCO2 arterial elevada), necesidad de controlar y succionar las secreciones pulmonares y bronquiales, necesidad de proporcionar protección de la vía aérea a los pacientes inconscientes o con los reflejos laríngeos deprimidos, en anestesia general, cuando hay necesidad de aislar la vía aérea del tubo digestivo para prevenir la broncoaspiración, y en paro cardiorrespiratorio.

CONTRAINDICACIONES:
La intubación endotraqueal sólo tiene contraindicaciones relativas asociadas con su dificultad, imposibilidad y falta de indicación.

5.2.1 INTUBACIÓN OROTRAQUEAL (IOT)
Es la técnica practicada con mayor frecuencia en anestesia y la Unidad de Cuidados Intensivos.

TÉCNICA DE LA INTUBACIÓN OROTRAQUEAL CON LARINGOSCOPIO DE HOJA CURVA
Posición del paciente: la altura de la mesa se debe ajustar de modo que la cara quede al nivel del apéndice xifoides de la persona que va a realizar la intubación. La posición de olfateo, que permite una mejor visualización de la glotis y las cuerdas vocales y facilita la intubación de la tráquea, se obtiene colocando la cabeza del paciente sobre una almohada de 8 - 10 cm de altura para flexionar el cuello y extender la cabeza con el fin de alinear los ejes oral, faríngeo, y laríngeo, de modo que el paso del tubo desde los labios hasta la apertura glótica sea casi en línea recta. Cuando la cabeza está en posición neutra, los dos ejes del ángulo oral y faríngeo forman un ángulo de 90°; durante la laringoscopia normal, la extensión de la articulación atlantooccipital lo convierte en 125° y, al elevar la lengua con la hoja del laringoscopio, los dos ejes se alinean para formar un ángulo de 180° (Chou, Wu).
Se revisa el correcto ajuste del mango y la hoja del laringoscopio, y se confirma que la fuente de luz funcione y que todo el material necesario esté al alcance de la mano.
Se trae la mandíbula hacia delante y se abre la boca del paciente. El mango del laringoscopio se sostiene con la mano izquierda y se introduce la hoja del laringoscopio en la boca con el mango dirigido hacia la derecha del paciente. Cuando la punta de la hoja está en la hipofaringe, se cambia la dirección del mango hacia adelante para rechazar la lengua hacia la izquierda, que no debe obstruir la visión laringoscópica de la laringe. Esta maniobra expone la epiglotis, que no se debe perder de vista. Se avanza la hoja del laringoscopio hasta que alcance el punto más profundo de la vallécula. Se lleva el laringoscopio hacia arriba y hacia adelante sin cambiar la dirección del mango y sin ejercer palanca sobre los dientes del paciente para evitar la fractura. Esta maniobra debe exponer las cuerdas vocales; en ocasiones puede ser necesario que un asistente presione la tráquea contra la columna vertebral para mejorar la visión directa de la laringe. Se toma el tubo endotraqueal con la mano derecha, manteniendo la concavidad del tubo hacia el lado derecho de la boca, en posición horizontal, para evitar que obstruya la visión de las cuerdas vocales. Se observa la entrada del tubo a la laringe y el paso a través de las cuerdas vocales hasta cuando el manguito neumotaponador haya sobrepasado la glotis. Se infla el manguito neumotaponador para reducir el escape de gas al mínimo al comprimir el balón o bolsa respiratoria.
Se auscultan los ápices y las bases pulmonares para asegurarse de que el tubo está correctamente colocado en la tráquea, y el epigastrio para descartar intubación esofágica inadvertida. Se fija el tubo a la cara del paciente con esparadrapo al nivel de la comisura labial; también se puede fijar con hiladillo alrededor del cuello, con un nudo lateral.

5.2.2 INTUBACIÓN NASOTRAQUEAL (INT)
Indicaciones: Puede ser necesaria en pacientes que van a ser sometidos a cirugía oral para evitar la interferencia en el campo quirúrgico y cuando se planea dejar un cerclaje intermaxilar postoperatorio. La intubación nasotraqueal también se puede considerar cuando la vía oral es difícil o imposible (eg, apertura oral limitada secundaria a cicatrices o a disfunción de la articulación temporomandibular), o en situaciones en las que la visualización por laringoscopia directa o con fibrolaringoscopio es deficiente (eg, trauma oral severo y hemorragia).
Contraindicaciones: Hemorragia nasal, coagulopatía, fracturas de base de cráneo, nasales o maxilofaciales, obstrucción a nivel nasofaríngeo.

5.2.3 INTUBACIÓN NASOTRAQUEAL A CIEGAS
Indicaciones: Paciente disnéico que no tolera la posición supina, cavidad oral que no permite el acceso de un laringoscopio (ej.: cerclaje intermaxilar, anquílosis temporomandibular, macroglosia, cicatrices periorales), convulsión en curso, lesiones que obstruyen la orofaringe (ej.: tumores, edema lingual, hematoma), trismus. Es más seguro practicar la técnica con el paciente que ventila espontáneamente, sin embargo, algunos anestesiólogos con bastante experiencia la pueden realizar con el paciente apnéico o relajado siempre que puedan garantizar la ventilación con máscara. Se puede practicar en posición supina o sentado, en posición de olfateo.
Contraindicaciones: Hemorragia nasal, coagulopatía, fracturas de base de cráneo, nasales o maxilofaciales, obstrucción a nivel nasofaríngeo, desconocimiento de la técnica.


5.2.4. INTUBACIÓN ORAL Y NASAL CON FIBROLARINGOSCOPIO
Es la técnica de elección en pacientes que de otra manera serían imposibles de intubar. Es la técnica de primera línea cuando se prevé una intubación difícil, y no se debe usar como último recurso cuando las demás técnicas han fallado. Está contraindicada en hemorragia nasal porque la presencia de sangre impide la visibilidad.

5.2.5 INTUBACIÓN RETRÓGRADA
La intubación retrógrada ha sido utilizada recientemente para vías aéreas traumatizadas o difíciles cuando las técnicas convencionales han fallado. Se debe realizar con anestesia local en paciente despierto para evitar la depresión ventilatoria ocasionada por los medicamentos anestésicos; también se ha descrito en paciente anestesiado para cirugía electiva siempre que otro anestesiólogo se encargue de ventilar al paciente mediante con la máscara facial (Mehmood Durrani, Indirect Tracheal Intubation). La intubación retrógrada está contraindicada en pacientes que requieren intubación inmediata, en paciente no cooperador, en coagulopatías, en infección en el sitio de la punción, cuando hay imposibilidad de abrir la boca para sacar la guía, y en alteraciones anatómicas del cuello como tumores, bocio, cicatrices, bridas, hematomas y abscesos.

5.2.6 INTUBACIÓN CON PACIENTE DESPIERTO
Está indicada cuando se prevé la posibilidad de una intubación difícil y el paciente debe conservar la capacidad de ventilar espontáneamente. Se puede realizar por vía oral o nasal, si bien la ruta nasal es más fácil a pesar del riesgo de hemorragia nasal. La técnica requiere un paciente cooperador y experiencia por parte del anestesiólogo.
El procedimiento se puede llevar a cabo usando un fibrolaringoscopio flexible o mediante laringoscopia directa. El paciente se prepara con una explicación exhaustiva del procedimiento y la concientización de la necesidad de ser intubado despierto; se puede administrar una sedación ligera utilizando pequeñas dosis de midazolam IV titulado -0.015 a 0.020 mg/kg-, hasta cuando el paciente esté tranquilo pero que sea capaz de sostener una conversación y obedecer órdenes sencillas, conociendo el antecedente de estómago vacío. El uso de un narcótico, también titulado, proporciona además analgesia, suprime el reflejo de la tos y permite la manipulación de la vía aérea.
Se debe administrar un anestésico tópico para la mucosa nasal y/o orofaríngea, que puede ser lidocaína en aerosol al 4% o una solución de cocaína al 5% si existe la disponibilidad.
Se debe practicar un bloqueo regional de la rama interna del nervio laríngeo superior que da la inervación de las estructuras supraglóticas y la mucosa laríngea o la rama lingual del nervio glosofaríngeo (IX par craneal), si no está contraindicada la parálisis de las cuerdas vocales (estómago lleno).
El bloqueo por vía externa del nervio laríngeo superior se realiza en el sitio donde el nervio perfora la membrana tirohioidea: se toma el hioides transversalmente entre el pulgar y el índice, se palpa la depresión entre el cuerno superior del cartílago tiroideo y el hioides; después de una aspiración negativa con la jeringa, se inyectan 3 ml de lidocaína al 2% bilateralmente, con una aguja Nº 23. Para el bloqueo interno de este mismo nervio, se colocan en la fosa piriforme gasas pequeñas empapadas con anestésico local y se dejan durante 3 a 5 minutos. Contraindicaciones: infección local, tumor y diátesis hemorrágica .
Además de la anestesia tópica en las mucosas y el bloqueo regional, se debe administrar anestesia transtraqueal a través de la membrana cricotiroidea.

5.2.7 INTUBACIÓN CON ESTILETE LUMINOSO
El estilete luminoso permite la intubación a ciegas por transiluminación con un tubo endotraqueal montado sobre el estilete. Cuando la guía penetra en la tráquea, se ve la luz brillante a través de la piel. Se necesita que el recinto esté oscuro. La técnica es más difícil en pacientes obesos.

5.2.8 INTUBACIÓN CON INTRODUCTOR
Un introductor, guía o conductor hecho de un material flexible, generalmente una sonda de goma (también llamado estilete de Eschmann), sirve para controlar la forma del tubo endotraqueal durante las intubaciones difíciles, en las que la glotis no se puede ver en toda su extensión. No se usa como intercambiador de tubos. El introductor debe tener un asa en un extremo para evitar que se movilice dentro del tubo y el otro extremo debe ser redondeado para evitar la lesión de las estructuras durante el uso. En las laringoscopias grado II, III o IV la angulación de la punta del tubo en forma de "palo de golf" mediante el introductor permite el acceso a la glotis. Una vez ha pasado la apertura glótica, se debe retirar el introductor para evitar la lesión de la pared anterior de la tráquea.

5.2.9 INTUBACIÓN CON INTERCAMBIADOR DE TUBOS
El intercambiador de tubos o catéter para ventilación endotraqueal es un tubo semirígido de poliuretano, hueco, delgado, de longitud doble a la de un tubo endotraqueal convencional, con un orificio distal y perforaciones laterales. Un conector proximal permite la unión a una fuente de gas de alta presión para ventilación jet . En laringoscopias grado II, III o IV, se introduce el intercambiador de tubos, y sobre él se pasa el tubo endotraqueal al interior de la tráquea. Adicionalmente, este dispositivo se puede introducir a través de un tubo endotraqueal antes de retirarlo, y luego ser usado como guía para reintubar. También se pueden utilizar para administrar oxígeno y monitorear el CO2 de final de la espiración.

5.2.10 SITUACIONES ESPECIALES
5.2.10.1 INTUBACIÓN ENDOTRAQUEAL DE SECUENCIA RÁPIDA
Existen varias circunstancias en las que es necesario practicar una intubación de emergencia:
Imposibilidad para mantener una oxigenación y ventilación apropiadas por otros medios
Necesidad de proteger la vía aérea de la broncoaspiración
Imposibilidad del paciente de manejar sus secreciones por patología neuromuscular
Coma y ausencia de reflejos laríngeos (Escala de coma de Glasgow < 8)
Estatus epiléptico que requiera la administración de medicamentos depresores respiratorios
Necesidad de proteger la vía aérea en un lavado gástrico en paciente con alteración del estado de conciencia
La práctica de la intubación de secuencia rápida exige las siguientes condiciones:
Estómago lleno
Intubación fácil; la intubación de secuencia rápida está contraindicada cuando se prevé una intubación difícil
Posibilidad de ventilar con respirador manual (Ambú) si la intubación falla
Disponibilidad de un equipo hábil para practicar un acceso quirúrgico de la vía aérea en caso de que la intubación falle y no haya sido posible ventilar con respirador manual

SECUENCIA: Evaluación preanestésica, monitoreo de rutina, oxígeno al 100% durante 3 a 5 minutos.
Se administran medicamentos opiáceos; el más común es fentanyl; en casos de alto riesgo o en crisis hipertensivas se pueden administrar 500 mcg/k IV de esmolol en bolo.
Dosis de desfasciculación de un relajante muscular no despolarizante, a dosis de 1/10 de la dosis de relajación para prevenir las fasciculaciones inducidas por la succinilcolina, que pueden aumentar la presión intracraneana o la presión intraocular: vecuronio = 0.01 mg/kg, rocuronio = 0.06 - 0.1 mg/kg; d-tubocurarina = 0.07 mg/k.
Sedación y relajación muscular - se administra un agente de inducción inmediatamente antes de la relajación muscular - Si el paciente no está deteriorado hemodinámicamente se pueden administrar etomidato, tiopental sódico o propofol; la ketamina es especialmente útil en crisis asmáticas o hipotensión arterial.
La sucinilcolina sigue siendo el relajante de elección en adultos en inducción de secuencia rápida; en niños se pueden utilizar rapacuronio o rocuronio porque la succinilcolina se asocia con bradicardia severa.
Protección de la vía aérea - La presión cricoidea (Maniobra de Sellick) se debe utilizar de rutina desde el momento en que el paciente pierde la conciencia hasta el momento en que queda inflado el manguito neumotaponador con el fin de reducir el riesgo de broncoaspiración, así como, la posición de anti-Trendelemburg para la mesa quirúrgica; la presión cricoidea se debe realizar cuando el paciente está inconsciente y apnéico, lo que ocurre 20 a 30 segundos después de la administración rápida y en bolo del agente de inducción.
Paso del tubo endotraqueal y confirmación de la correcta posición - El intubador debe esperar hasta que la relajación muscular de la mandíbula y la apnea hayan ocurrido (45 segundos después de la administración de la succinilcolina) y no debe ventilar con presión positiva. Si la intubación no es posible después de tres intentos, se considera la posibilidad de ventilar muy suavemente con máscara facial, especialmente cuando el paciente no pudo ser correctamente preoxigenado o cuando la saturación de oxígeno va descendiendo o ha llegado a 90%. - cada intento de intubación no debe tomar más de 20 - 30 segundos.
Post-intubación: Se confirma la correcta posición del tubo mediante auscultación pulmonar y capnografía fijándolo firmemente con la mano a la altura de la comisura labial. Se fija en forma permanente con esparadrapo con la cabeza en posición neutra para evitar que el tubo de movilice hacia adentro o afuera de la tráquea en el momento de retirar la almohada.

5.2.10.2 VENTILACIÓN DE UN SOLO PULMÓN
La ventilación de un solo pulmón se puede llevar a cabo mediante (1) la Intubación del bronquio fuente ipsilateral con un tubo endotraqueal corriente, (2) el bloqueo de uno de los bronquios con un catéter de Fogarty y la colocación de un tubo normal, (3) un tubo endotraqueal Univent, que tiene un bloqueador bronquial y (4) el tubo endotraqueal de doble luz (técnica preferida).

Indicaciones para la ventilación de un solo pulmón:
Absolutas:

1. Aislamiento de cada pulmón para prevenir la contaminación del pulmón sano
a. Infección (absceso, quiste infectado)
b. Hemorragia masiva
2. Dirección de la ventilación hacia un solo pulmón
a. Fístula broncopleural
b. Fístula bronco-pleuro-cutánea
c. Quiste o bula unilateral
d. Solución de continuidad bronquial
3. Lavado bronquial unilateral


Relativas:
1. Exposición quirúrgica - alta prioridad
a. Aneurisma de la aorta torácica
b. Neumonectomía
c. Lobectomía superior
2. Exposición quirúrgica - baja prioridad
a. Cirugía de esófago
b. Lobectomía media o inferior
c. Toracoscopia bajo anestesia general
El diámetro interno en milímetros(mm) se puede traducir a "french catheter gauge": 4 x mm diámetro interno + 2. En mujeres se puede utilizar el 35F y 37F, y en hombres el 39F y el 41 French. El tubo más pequeño disponible es 26 F.
La ventilación de un solo pulmón se relaciona casi siempre con la posición lateral. Esta posición, sin tener en cuenta los efectos de la ventilación de un solo pulmón, ocasiona la redistribución de la ventilación y el flujo sanguíneo pulmonares. El pulmón no dependiente recibe el 40% del flujo sanguíneo, mientras que el pulmón dependiente recibe el 60 %. Cuando se inicia la ventilación de un solo pulmón, se modifica la proporción del flujo sanguíneo a 22.5% al pulmón no dependiente y el 77.5% al pulmón dependiente. Por otra parte, la ventilación se dirige principalmente hacia el pulmón no dependiente. El cortocircuito intrapulmonar (Qs/Qt) total en la posición lateral durante la ventilación de un solo pulmón es el 27.5%. Es de esperar una PaO2 de 150 mm Hg con 100% O2 con este shunt (a nivel del mar).
Durante el aislamiento de un pulmón las prácticas se deben orientar más a la optimización de la oxigenación, que la remoción del CO2. El volumen corriente durante la ventilación de un solo pulmón debe ser igual (10-12 ml/kg) que el que se calcula para la ventilación de ambos campos pulmonares. La frecuencia ventilatoria se ajusta para mantener una PaCO2 de cerca de 35 mmHg (a nivel del mar). La fiO2 debe ser del 1. Si la oxigenación no es adecuada, se debe administrar CPAP (5-10 cm H20) en el pulmón no dependiente. El PEEP en el pulmón dependiente no es muy útil porque aumenta la resistencia vascular pulmonar y por tanto, el flujo sanguíneo se desvía hacia el pulmón no dependiente aumentando así el Qs/Qt. El PEEP puede ser útil si se calcula para recuperar la capacidad residual funcional (CRF) del pulmón dependiente. Otros métodos para mejorar la oxigenación son la ventilación intermitente de los dos campos pulmonares y, en casos extremos, el pinzamiento de la arteria pulmonar del pulmón no dependiente.
Es conveniente revisar la ubicación del tubo después de cada cambio de posición del paciente, lo mismo que al extender o flexionar la cabeza. El tubo de doble luz derecho se debe posicionar con fibrobroncoscopio. En el izquierdo la posición broncoscópica es opcional.
Las complicaciones del tubo de doble luz pueden ser: posición incorrecta, laceraciones traqueales o bronquiales, herniación del manguito neumotaponador hacia la tráquea, ruptura traqueal o bronquial.
Contraindicación absoluta: lesión de la vía aérea

Contraindicaciones relativas: intubación difícil (en estos casos se puede introducir en la glotis un intercambiador de tubos y deslizar el tubo de doble luz sobre él), y pacientes que no toleran el periodo de apnea que supone la intubación con el tubo de doble luz.

En los niños, la ventilación de un solo pulmón se lleva a cabo en dos formas posibles: avanzando un tubo endotraqueal hasta el bronquio fuente del lado opuesto al que se va a intervenir o ubicando un bloqueador en el bronquio fuente del lado que se va a operar. La técnica para la colocación del bloqueador bronquial se puede realizar a través del tubo endotraqueal utilizando un broncoscopio fibroóptico . El bloqueador puede ser un catéter de Fogarty. También se puede utilizar un tubo "Univent", específicamente diseñado para el propósito.

5.2.10.3 INTUBACIÓN ENDOTRAQUEAL EN LESIONES DE LA COLUMNA CERVICAL

LESIÓN DE LA COLUMNA CERVICAL

Intubación difícil reconocida Intubación fácil reconocida

En paciente despierto Paciente no colabora Anestesia general
Intubación orotraqueal con
Intubación con tracción axial tracción axial
Intubación nasal a ciegas
Estilete luminoso Aplicar el resto del
Intubación retrógrada algoritmo de la ASA
Intubación con fibrobroncoscopio para intubación difícil

5.3 TÉCNICAS ALTERNATIVAS PARA LA INTUBACIÓN
5.3.1. MÁSCARA LARÍNGEA (ML)
Además de usarse para ventilar pacientes de cirugía programada con estómago vacío, se puede usar como ruta para pasar un intercambiador de tubos o un tubo endotraqueal lubricado en los casos en que la intubación endotraqueal sea difícil (Briacombe, The Laryngeal Mask). Actualmente se reconoce su utilidad para permeabilizar la vía aérea en situaciones de emergencia para aliviar o evitar la hipoxia cuando no es posible un acceso más seguro, a pesar de que no garantiza el aislamiento de la vía aérea. Puede ser colocada en situaciones de reanimación por personal que no está entrenado en intubación endotraqueal.
Contraindicaciones
Paciente con estómago lleno, sin embargo, la ML puede ser salvadora cuando es imposible ventilar con máscara ni intubar (Ahmed Badr, Controlled Ventilation).


5.3.2 OBTURADOR ESOFÁGICO

Es un tubo de 37 cm de longitud cerrado en su extremo distal, donde se encuentra un balón de alta capacidad, que, cuando está inflado, sirve para ocluir el esófago. En el extremo proximal está acoplado a una máscara transparente que permite la visualización del posible material regurgitado y en el tercio proximal existen múltiples perforaciones que permiten la ventilación mediante los orificios ubicados al nivel de la faringe.
Se introduce a ciegas hasta cuando la máscara se adapte a la cara del paciente; si el tubo entra por la tráquea no se observarán los movimientos del tórax se escucharán ruidos en el epigastrio; en ese caso se debe retirar inmediatamente e intentar ventilar al paciente con máscara facial antes de intentar reposicionar el obturador esofágico.

5.3.3. TUBO ESÓFAGO-TRAQUEAL (COMBITUBO)
Es un tubo que se puede insertar a ciegas y usar para mantener la vía aérea en una situación de emergencia. Su diseño permite ventilar tanto si entra a la tráquea como si entra al esófago, logrando ventilar los pulmones en cualquiera de los dos casos. En esta forma, combina las funciones de sus precursores, el obturador esofágico y el tubo endotraqueal. El combitubo es un tubo de material plástico de doble lumen que tiene dos balones. Un lumen, llamado lumen faríngeo tiene un extremo distal ciego, con 8 orificios en su pared lateral en la porción que queda entre los dos balones, y un extremo proximal que tiene un conector de color azul. El otro lumen, llamado lumen traqueoesofágico tiene un extremo distal abierto y posee un conector de color blanco en su extremo proximal. El conector azul es además más largo que el conector blanco para facilitar su reconocimiento. El balón proximal o faríngeo sella la cavidad orofaríngea y el balón distal o traqueoesofágico sella la tráquea o el esófago, según el sitio donde se ubique una vez insertado.

6. EXTUBACIÓN
La extubación se debe realizar cuando el paciente tenga buen tono muscular, esté ventilando espontáneamente, los reflejos laríngeos estén presentes, tenga un volumen corriente aceptable y la presión de CO2 al final de la espiración sea normal. La seguridad en la extubación se fundamenta en la evaluación de signos clínicos para evaluación del tono muscular que incluyen movimientos diafragmáticos y ventilación espontánea, deglución, reflejos de protección de la vía aérea, así como, la evaluación con estimulador de nervio periférico para observar estado de relajación muscular residual. Si la intubación ha sido difícil, la extubación debe ser muy cuidadosa porque existe la posibilidad de que se requiera reintubación. El paciente siempre debe estar completamente despierto, colaborador y ser capaz de mantener la ventilación espontánea. Si hay alguna duda, la mejor forma de llevar a cabo la extubación es insertando una guía o intercambiador de tubos dentro del tubo endotraqueal y extraer el tubo a través de ella, de modo que si se requiere reintubar el tubo pueda ser introducido con facilidad.


7. MANEJO INVASIVO DE LA VÍA AÉREA
7.1 CRICOTIROIDOTOMÍA
Consiste en la perforación de la membrana cricotiroidea con el fin de introducir algún dispositivo que permita la insuflación de oxígeno a los pulmones. Es un procedimiento de emergencia indicado solamente cuando no es posible la ventilación por otros medios menos invasivos. Hay dos formas de realizarlo:

7.2 CRICOTIROIDOTOMÍA PERCUTÁNEA
La cricotiroidotomía es un procedimiento de emergencia y sólo debe realizarse cuando es imprescindible una mantener permeable una vía aérea, después de que hayan fracasado los intentos de intubación orotraqueal o nasotraqueal. Está contraindicada si es posible recurrir a otros medios para asegurar la permeabilidad de la vía aérea. No es una vía para ventilación prolongada, por tanto se debe reemplazar con la cricotiroidotomía quirúrgica una vez se haya logrado estabilizar al paciente.
Indicaciones:
Trauma facial severo, obstrucción orofaríngea (ej. ingestión de cáusticos, quemaduras por inhalación de humos, edema lingual o laríngeo, edema angioneurótico, cuerpos extraños, tumores o masas), lesiones penetrantes cervicales sangrantes en las regiones 1 y 2, e Intubación oral o nasal imposible.
Contraindicaciones:
Niños menores de 10 años, trauma laríngeo, coagulopatía, tumor laríngeo o estenosis, estenosis subglótica, hematoma cervical expansivo en las regiones 2 y 3 y falta de entrenamiento en la técnica.

7.3 CRICOTIROIDOTOMÍA QUIRÚRGICA
Con una hoja de bisturí N° 11 se amplía horizontalmente la incisión utilizada para la cricotiroidotomía percutánea, se expone la membrana cricotiroidea con una pinza hemostática y se introduce el dilatador del equipo de cricotiroidotomía (técnica de Seldinger) a través de ella. Si no se dispone del equipo especial se inserta un tubo endotraqueal N° 4.5 o 5.0 de diámetro interno hasta cuando haya pasado el manguito neumotaponador. Se verifica la ventilación en ambos pulmones.


7.4 TRAQUEOSTOMÍA
Esta técnica, practicada en el paciente despierto bajo anestesia local, es la mejor solución cuando la intubación endotraqueal es imposible. Es una técnica rápida, excepto en los niños, en quienes se ha utilizado ketamina para facilitar esta opción.
Consiste en una incisión en la cara anterior de la tráquea por debajo del nivel de las cuerdas vocales. Las indicaciones son: obstrucción respiratoria a nivel de orofaringe, laringe o traqueal alta secundaria a edema local (infección, alergia o reacción a tóxicos), traumatismos, tumores, malformaciones, disfunciones neurológicas o cuerpos extraños; intubación prolongada; retención de secreciones respiratorias con necesidad de aspiraciones frecuentes, reducción del espacio muerto en insuficiencia respiratoria crónica.


ANEXO 1 EVALUACIÓN PREANESTÉSICA DE LA VÍA AÉREA
Antecedentes: Intubaciones previas difíciles
Anormalidades faciales congénitas
Enfermedad autoinmune
Trauma, cirugía, tumor o irradiación de la vía aérea
Diabes mellitus
Fracturas recientes o antiguas de los maxilares
Osteoporosis, o fracturas recientes o antiguas de la columna cervical

Examen físico:
Peso________ k
Estatura_________m
Apertura oral___________ cm
Proporción lengua-faringe Clase______
Distancia mento-tiroidea__________cm
Grados de subluxación de la mandíbula Grado_____
Flexo-extensión de la columna cervical______º
Distancia mandíbulo hioidea según lo descrito en 3.6 (si la movilidad del cuello está reducida)
Otras mediciones________________________________________


ANEXO 2 PREDICTORES MULTIVARIADOS DE DIFICULTAD EN LA INTUBACIÓN ENDOTRAQUEAL
Variable Medida simplificada del riesgo

Apertura oral
³ 4 cm 0
< 4 cm 1
Distancia mentotiroidea
> 6.5 cm 0
6.0 a 6.5 cm 1
< 6 cm 2
Mallampati clase
I 0
II 1
III 2
Flexo-extensión del cuello
> 90º 0
80 - 90º 1
< 80º 2
Capacidad para subluxar la mandíbula
Si 0
No 1
Peso
< 90 k 0
90 - 110 k 1
> 110 k 2
Antecedente de intubación difícil
No 0
Cuestionable 1
Positivo 2

El índice de riesgo de intubación difícil es alto cuando la suma de las medidas simplificadas de riesgo es ³ 4.

ANEXO 3

SEGURIDAD DE LOS FACTORES DE RIESGO QUE PREDICEN UNA INTUBACIÓN ENDOTRAQUEAL DIFÍCIL
Factor de riesgo Grado Sensibilidad Especificidad Valor predictivo Valor predict laringoscopia * positivo (%) negativo (%)

Apertura oral < 4 cm ³ III 26.3 94.8 25.0 95.2
< 4 cm IV 46.7 93.9 7.4 99.4
Dist. Mentotiroidea < 6 cm ³ III 7.0 99.2 38.5 94.3
IV 16.9 99.0 15.4 99.1
Mallampati clase III ³ III 44.7 89.0 21.0 96.1
IV 59.8 87.4 4.7 99.5
Movimiento cuello < 80º ³ III 10.4 98.4 29.5 94.4
IV 16.8 97.9 7.9 99.1
Incapacidad para subluxar ³ III 16.5 95.8 20.6 94.6
IV 26.2 95.3 5.4 99.2
Peso > 110 k ³ III 11.1 94.6 11.8 94.2
IV 13.1 94.3 2.3 99.1
Antecedentes de intubación ³ III 4.5 99.8 69.0 94.1
difícil IV 9.3 99.7 23.8 99.1
* Grado de laringoscopia tomado como sólo IV, o III y IV combinados
DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
Verdadero positivo: intubación difícil que había sido prevista como difícil
Falso positivo: intubación fácil que había sido prevista como difícil
Verdadero negativo: intubación fácil que había sido prevista como fácil
Falso negativo: intubación difícil que había sido prevista como fácil
Sensibilidad: relación (en porcentaje) entre las intubaciones difíciles previstas correctamente como difíciles y la suma de las intubaciones difíciles (previstas e imprevistas): Verdaderos positivos / (verdaderos positivos + falsos negativos)
Especificidad: relación (en porcentaje) entre las intubaciones correctamente previstas como fáciles y la suma de las intubaciones fáciles (previstas e imprevistas): Verdaderos negativos / (verdaderos negativos + falsos positivos)
Valor predictivo positivo: relación (en porcentaje) entre las intubaciones difíciles previstas correctamente como difíciles y la suma de todas las intubaciones previstas como difíciles: Verdaderos positivos / (verdaderos positivos + falsos positivos)
Valor predictivo negativo: relación (en porcentaje) entre las intubaciones fáciles correctamente previstas como fáciles y la suma de todas las intubaciones previstas como fáciles: Verdaderos negativos / (verdaderos negativos + falsos negativos)

ANEXO 4
ALGORITMO PARA LA VÍA AÉREA DIFÍCIL SEGÚN LA ASA

Vía aérea difícil

Reconocida No reconocida Inadecuada

Preparación Paciente no colabora Anestesia Ventilación
adecuada general con máscara Protocolo de urgencia
Paciente anestesiado,
intubación fallida

Opción de intubación
no quirúrgica en Adecuada Pida ayuda
paciente despierto

Un intento más de intubación
Protocolo no urgente
Cancele el Paciente anestesiado, intubación fallida Exitoso Fallido
procedimiento

Exitosa Fallida Vía aérea Otras opciones (a) Opciones alternativas (b) quirúrgica (d)
Vía aérea Vía aérea de
Quirúrgica (d) Exitosas Fallidas después emergencia,
de varios intentos no quirúrgica (c)
Despertar al
paciente

(a) Otras opciones incluyen: cirugía bajo anestesia con máscara facial o laríngea, bajo anestesia infiltrativa, local o regional, o más intentos de intubación después de la inducción de la anestesia.

(b) Opciones alternativas para la intubación difícil incluyen: uso de diferentes hojas de laringoscopio, intubación con paciente despierto, intubación oral o nasal a ciegas, intubación con fibrolaringoscopio, intubación con intercambiador de tubos o con guía, uso de estilete luminoso, intubación retrógrada y acceso quirúrgico a la vía aérea.

(c) Vías de emergencia no quirúrgica: incluyen ventilación jet transtraqueal, máscara laríngea o Combitubo.

(d) Vía aérea quirúrgica incluye: cricotiroidotomía quirúrgica, traqueostomía.

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Ultima Modificación: 28 abril 2003

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