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Orgullo y Diferencias…
Capitulo 2: … Un total
desconocido…
La gran mesa del comedor
estaba adornada con alegres platillos que anunciaban el desayuno, los
presentes comenzaban a tomar sus cubiertos y de vez en cuando tomaban un
poco de jugo de sus vasos.
-Bien niñas ¿que harán
hoy?-pregunto la duquesa Kinomoto
-Pues yo, comenzare con los
preparativos de mi boda-contestó Roseline con una calida sonrisa en su
rostro.
-Me parece muy correcto mi
querida Roseline, ya era tiempo-dijo la duquesa
-Por mi parte, iré a una
merienda con la reina, ya que desde ayer me comento que desde hace algunos
días quería hablar de unos asuntos conmigo-dijo Marylise
-Ay, no entiendo como
soportas esas meriendas, si son tan aburridas-comento la inoportuna de
Camille-yo iré a dar un paseo con Sakura, ¿no es así hermana?
Sakura, mirando con desagrado
contestó-así es, iremos a dar un paseo.
-Me alegra que ustedes dos se
estén llevando bien, además haber si Camille te presenta a algún
muchacho, ya es tiempo de que te comprometas Sakura, amenos de que quieras
quedar igual que tu solitaria hermana Marylise-dijo Nadeshiko.
-¡Oh madre! No tienes porque
insultarme así, tampoco deberías de darle esas indirectas a Sakura-dijo
Marylise exaltándose un poco.
-Oh querida, te pido que
conserves la calma ya que no es correcto levantar la voz en la mesa-agrego
tranquilamente la duquesa.
-Mejor iré a arreglarme para
salir lo mas pronto posible de aquí-dijo Marylise levantándose de su
silla y tomando rumbo a su habitación.
-No debiste ser tan dura con
ella Nadeshiko-comenzó el duque, quien no había dicho ninguna palabra
durante la conversación sostenida minutos atrás.
-Lo siento Fujitaka, pero es
la única manera de presionar a esa jovencita.
El resto del desayuno se
desarrollo en silencio, con algunos comentarios de Camille pero después
cada quien fue a lo que le correspondía.
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-Buenos días-dijo el joven
de cabello marrón.
-Buenos días, como
amaneciste hoy Shaoran?-respondió Elizabeth.
-No te mentiré, en realidad
casi no dormí y en realidad no tengo mucha hambre así que iré a la
ciudad.
-¿Que?! Pero alguien podría
verte-replico la joven mientras veía al muchacho caminar hacia la puerta.
-Y que mas da, ni que fuera
un criminal, no me importa que me vean; gracias por todo-dijo tomando la
mano de la joven y depositando un delicado beso para después cerrar la
puerta para dirigirse a la ciudad en su caballo.
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Sakura y Camille caminaban
tranquilamente por las calles de la bella ciudad, ninguna de las dos había
dicho palabra alguna durante el recorrido, ni siquiera se habían volteado
a ver.
Camille, victima del
aburrimiento, se decidió a romper aquel silencio.
-Y bien, ¿que harás después?
-No lo se, tal vez iré a
comprar algunas cosas-contesto con desgano Sakura.
-Yo pasare por la corte a
divertirme un rato
-Y que tanto haces ahí
Camille?-pregunto con curiosidad Sakura.
-Pues, conocer mas gente,
socializar Sakura! Que mas se puede hacer- contesto alegremente Camille.
-Ya veo, ¿tu vida es muy
interesante no?, siempre tienes nuevas aventuras y te despreocupas de
todo.
-Puede ser-dijo dudando-
pero, ¿que me dices de la tuya?
-La mía es normal
-¿Solo eso?... ¿normal?
-Si, ¿que mas quieres que te
diga?-pregunto Sakura esperando su respuesta.
-Ay, pues no lo se, ¿que mas
haces aparte de ir a tomar te con las damas de la corte?
Antes de contestar Sakura rió
divertida ante esa respuesta-¿crees que es lo único que hago?-dijo
sonriendo.
-Pues no se tu dime….
-Pues voy a reuniones con
condesas, a veces voy a la librería o a la florería saludar a Marguerite
Caraday, también me paseo por los jardines o voy a fiestas.
-Vaya, y yo que pensé que
tomar te era lo único que hacías-bufo Camille
Sakura solo contesto con una
de sus sonrisas, mientras tanto Camille comenzaba a contarles de sus
noviazgos o de los últimos chismes en la corte. La mirada de Sakura solo
fijaba al frente, cuando vio a un joven alto, vestido con un traje verde,
de cabello y ojos marrones que se aproximaba con paso lento a donde ella
estaba.
Justo en el momento en que
uno paso alado del otro, Sakura abrió los ojos como dos grandes platos y
después de alguno pasos mas giro su cabeza hacia atrás y volvió a
dirigir su mirada al frente, sin notar que aquel joven había echo
exactamente lo mismo justo después de que ella se volteara.
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-Como has estado amigo mió-dijo
el joven rubio mientras estrechaba la mano de Shaoran.
-Pues como siempre, volví a
escapar de casa
-Ya veo, no es muy raro en ti
cierto…
-Supongo-dijo secamente
Shaoran
-Al parecer no vienes con
muchas ganas de conversas ¿no es así?-pregunto Philip
-Porque mejor no te callas,
¿sí?
-Esta bien, esta bien… ¿cuanto
tiempo te quedaras?-pregunto sin mucha importancia el rubio.
-No lo se, tal vez solo
algunos días.
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No habían caminado mucho
pero aun así prefirieron regresar ala gran plaza. Se encontraban sentadas
en una de las bancas, mientras una platicaba alegremente la otra estaba
perdida en el recuerdo de la mañana.
-¿Quien habrá
sido?...-comento distraídamente Sakura.
-¿De quien hablas?-pregunto
Camille.
-Es que hoy en la mañana….-comenzó
tratando de recordar lo sucedido.
-Sakura! ¡Me estabas
contando!..
-Ah! Si, lo siento, lo que
pasa es que hoy en la mañana me cruce con un joven muy apuesto mientras
pasábamos por el mercado y me preguntaba quien podría ser
-Mmmm,
pues dime como era y talvez yo lo conozca
-No lo creo, nunca lo había
visto por aquí
-Ay no importa, de todos
modos descríbemelo-apresuro a decir Camille.
-Bien, pues, era alto, de
cabello oscuro y ojos marrones si no me equivoco su piel era bronceada
y…-antes de poder terminar, Camille la interrumpió…
-¿Acaso no era el hijo de
los Li?
-Tu crees, pues no lo se, la
verdad no lo conozco-replico Sakura
-Yo me he topado varias veces
con el y estoy segura que es Shaoran Li.
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-Entonces ¿que piensas
hacer?- pregunto Philip
-No lo se, talvez solo me
ausente por unos días-respondió el joven de cabello marrón
-Bien, en ese caso puedes
quedarte aquí, no me haría nada mal estar acompañado un par de días.
-Esta bien, pero saldré un
rato
-¿A donde? Ya hez
anocheciendo-comento con intriga el joven rubio
-Ni que fuera a pasar
algo-agrego Shaoran, para después salir por la puerta.
Philip se quedo mirando la
puerta unos segundos hasta que reacciono, ese Shaoran nunca iba a cambiar.
Se dio la vuelta y subió las escaleras estaba muy cansado y ya quería
dormir.
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Sakura caminaba por las
calles sin rumbo aparente, Camille había tenido una fiesta a la cual
Sakura no fue poniendo como excusa que estaba muy cansada.
Llevaba alrededor de 2 horas
caminando, la luna ya se hacia presente y su mirada se dirigía la suelo.
Su cabeza tropezó con algo e
hizo que su cuerpo retrocediera unos pasos después levanto la mirada
encontrándose con un joven de ojos marrones y cabello alborotado.
-Shaoran Li…-dijo Sakura en
un susurro.
-¿Que dijiste?-pregunto el
joven al no lograr escuchar del todo la frase pronunciada por la muchacha.
-Tu eres el hijo de los Li el
que…-antes de poder terminar el joven tomo a Sakura y le cubrió los
labios con una mano, después miro hacia los lados y se oculto junto con
la joven en un callejón, ignorando los frecuentes pataleos de Sakura.
-Mmm!!!!
Al parecer a él no le
importaba cuanto la joven gritara. Por fin le quito la mano de sus labios
y la tomo por los hombros recargándola en una pared y antes de que
pudiera decir una palabra….
-Disculpe, ¡¿podría
soltarme?!-grito con enojo Sakura.
Antes de responder, Shaoran
se quedo mirando fijamente a sus verdes ojos.
-¿Eres tu?
-¿Yo?- pregunto extrañada
la joven, quitándole las manos de sus hombros que aun la aprisionaban.
-Si, tú eres…
-Haber, discúlpeme pero yo
soy aquí la que sabe quien es usted, además ¡como se atreve a siquiera
tocarme!- añadió sarcásticamente-y para que sepa yo soy una Kinomoto,
así que le recomendaría señor Li que me deje ir.
-¿Señor Li? – dijo
repitiendo las ultimas palabras dichas por Sakura.
-¿Que acaso no es usted un
Li?, ¿el señor desaparecido?...
-Óyeme bien niña chiflada,
no soy el señor Li, soy el “joven” Shaoran Li-dijo haciendo énfasis
en la palabra “joven”
-¡Pero dios mío!, no se le
ocurra volver a llamarme así y por lo que a mí respecta: ¡por educación!
Lo llame “señor”.
-Ah así que ¿por educación?
y me puede decir “señora” ¿como sabe mi nombre?-respondió Shaoran
imitando el tono de voz de Sakura.
-¡¿Que?! Pero… ¡¿como
se atreve?! ¡Yo soy la “señorita!!” Sakura Kinomoto, ¡así que le
pido que me respete señor LI!-a estas alturas Sakura en verdad estaba
enojada y eso era muy extraño en ella ya que siempre mostraba ser muy
comprensiva,
-Bien, la respetare señorita,
porque yo soy un caballero y he de suponer que usted es toda una
dama-agrego con ironía Li.
-Pero desde luego que soy una
dama y como tal quiero ser tratada-replico con valentía Sakura.
-Como ordene señorita…-respondió
Shaoran extendiendo su mano izquierda a la joven, la cual correspondía a
su saludo alargando una de sus manos para que fuese besada, acto seguido
tomo con su mano libre su vestido y lo alzo levemente hasta sus tobillos.
-Shaoran Li-se presento cortésmente.
-Es un gusto
conocerle…joven Li, yo soy Sakura de Kinomoto.
-Así que, señorita
Kinomoto, ¿no le gustaría dar un paseo a la luz de la luna?-pregunto el
joven, doblando su brazo derecho y extendiéndolo a la altura del codo de
la joven.
-¿Acaso usted esta
intentando seducirme joven Li?-añadió Sakura sonriendo para después
tomar del brazo a su acompañante.
-Y si así fuera, ¿me
aceptaría?
-Tendrá que descubrirlo
usted mismo- respondió alegremente Sakura.
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-Aun no llega Sakura?-
pregunto la duquesa, preocupada por su hija ya que no acostumbraba
demorarse tanto.
-No madre, desde que salio
con Camille no la he vuelto a ver-respondió Marylise.
-He de suponer entonces que
Camille la llevo a una de sus fiestas.
-Es lo mas seguro-acertó
Roseline.
-Y dime querida ¿de que
cosas hablaste con nuestra amada reina?-dio la duquesa.
-Fueron prácticamente
simples cosas, al parecer las cosas han mejorado mucho después de la
guerra- contestó Marylise.
-Bien, eso me agrada, espero
reunirme con ella en estos días-replico Nadeshiko-por cierto Roseline ¿ya
hablaste con tu prometido?, ¿han acordado ya la fecha de la boda?, porque
las invitaciones deben comenzar a enviarse y además-….
-Así es madre, ya acorde con
Olivier la fecha de la boda y será en 2 meses, los demás preparativos
nos han resultado muy fáciles y ya casi tenemos todo listo- comento la
pronta en casarse Roseline.
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Caminaban en la oscuridad de
la noche, ninguno de los dos había dicho palabra alguna, llegaron a la
gran plaza donde Sakura se detuvo por un momento.
-Disculpe, ¿pero porque se
fue de su casa?, ¿no cree que después lo verán un poco extraño?
-¿Extraño? ¿Porque cree
eso señorita?-respondió preguntando Shaoran.
-Bueno, pues la verdad eso
que ha hecho usted se ve muy mal y más aun si lo ha hecho alguien de
nuestra clase. Pero no ha respondido a mi primera pregunta joven
Li…-insinuó Sakura.
-¿A que pregunta se refiere
señorita?
-Le pregunte la causa de su
huida
-No quiero ser descortés
pero en verdad es algo que a usted no le importa-respondió con frialdad
el joven.
-Vaya, al parecer lo he
subestimado joven Shaoran.
-Eso parece ser señorita…,
por desgracia mi educación no me permite alejarme de usted hasta dejarla
en su residencia ya que a estas altas horas de la noche es muy peligroso
andar por las calles.-agrego Shaoran.
-Al parecer usted no ha
mostrado altos niveles de educación – comenzó Sakura quien comenzaba a
soltarse del brazo de Shaoran – por lo que no puedo esperar un poco de
caballerosidad de su parte, así que me retiro y le informo joven Li que
soy perfectamente capaz d ir a mi residencia, si es como quiere llamarle,
completamente sola, así que buenas noches – finalizo Sakura e hizo una
leve reverencia y dio media vuelta para después perderse en la oscuridad
de la noche.
Shaoran solo bufó sonriendo
para si mismo y después agregó – pensé que ella seria diferente pero
creo que todas son iguales- dijo recargándose en un árbol – tienen los
mismos intereses, para mañana todo mundo se entera que estoy aquí y lo
que a sucedido esta noche.
Shaoran se dirigió a la casa
de Philip, caminando despacio como si no quisiera llegar.
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Sakura entraba en su casa
silenciosamente tratando de hacer el menor ruido posible, ya estaba
cansada y sus parpados apenas podían mantenerse abiertos.
Como de costumbre entro a su
habitación, se coloco su ropa para dormir y volvió a sentarse en su ya
conocido escritorio.
Saco su pluma y unas hojas
escondidas en uno de sus cajones.
‹ Todo el ambiente se
sentía alegre, niños corrían felices por los verdes jardines. El sol
brillaba más que otros días, todo era perfecto, sonrisas se apreciaban
en cualquier lugar que ella volteara, pero él no parecía tan contento,
el orgullo parecía ser uno más de sus defectos. Se sentía demasiado
como para mezclarse entre aquella gente feliz.
Bien, talvez algún día
lograría cambiar su mal hábito de sentirse más que otros, pero ahora
solo quería disfrutar del día y después preocuparse por ese sujeto aun
desconocido para ella…›
Sus ojos no le permitían
seguir viendo el papel, su mente solo le pedía descansar así que ella
obedeció, guardo sus hojas y fue a la cama no sin antes recordar todo lo
que había sucedido en el día.
Sus
pestañas por fin se cerraron ocultando tras ellas sus hermosos ojos
verdes. Por fin ese día había terminado…
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