Orgullo y Diferencias

               por Christelle_272 

 

 



Orgullo y Diferencias…

Capitulo 5: …Un mundo color de rosa…


Cuatro cabezas se asomaban tras un gran cristal admirando lo hermoso de aquel vestido.

-¡Vamos! ¡Ay que entrar!-grito emocionada Roseline, tomando por el brazo a su prima Tomoyo, causando que Sakura y Camilla las siguieran.

Llevaban toda la mañana visitando tiendas de vestidos de novia, no era mucho decir que casi no había tiendas de ese tipo, pero Roseline era tan obstinada que buscaría hasta en la montaña mas alejada de la ciudad un simple vestido de novia.

Nadie entendía porque Roseline no había aceptado que Tomoyo confeccionara su vestido, pero no se podía hacer más, que ir con ella a escoger su vestido.

Marylise no había podido ir porque nuevamente tenia su reunión con la reina que cada vez se hacia mas frecuente.

-¿Tu crees?-preguntaba las mas alegre de las cuatro, Roseline, ya que en menos de dos meses su boda se haría presente.

-¡Claro!, este tipo de tela no es muy fina, aunque brille y se sienta suave en realidad es muy incomoda, por eso es mejor que escojas este, mira…-respondía Tomoyo.

Sakura observaba todo desde una esquina, no sabia mucho de vestidos como Tomoyo y no quería estorbar más de lo que ya hacia Camille, por lo que se quiso mantener alejada.

Comenzó a preguntarse porque la dama Ieran se había comportado así con ella, entendía que estuviera preocupada por su hijo pero no era para que le hablase de aquella manera cuando ni ella misma sabia donde estaba aquel muchacho.

Desde hacia unos días no lo había vuelto a ver y en verdad se le hacia muy raro ya que siempre se lo encontraba para que después el comenzara a gritarle. No quería recordar esos momentos tan desagradables además quien era el para que ella se estuviera acordando de todos los momentos que le había hecho pasar.

Después de haber salido de la casa de los Li se había encontrado con Rodrigo, el chico que la había invitado a pasear y que en realidad no sabia mucho de el, en verdad no sabia nada amenos que con solo saber su nombre contara como mucho.

-No seria malo volverlo a ver-dijo para si misma Sakura.

-A mi tampoco me desagradaría volverte a ver-respondió una voz detrás de ella.

Sakura giro para encontrarse justo con la persona que deseaba ver: Rodrigo. Sonrió al encontrarse con su rostro, mirando aquellos ojos verdes cubiertos por unos finos lentes.

-¿Como es que apareces siempre en el momento indicado?-pregunto inocentemente Sakura.

-No lo se, creo que porque siempre tengo deseos de verte el destino siempre me pone en tu camino.

-¿Como estas tan seguro de que deseaba verte justo a ti?

-Bueno, es muy fácil predecirlo con tu rostro mostrando felicidad después de verme.

Sakura solo atino a sonrojarse y voltear a ver a otro lado.

-Que es lo que hace por aquí señorita Sakura?-pregunto viendo dentro de la tienda-no me diga que usted esta a punto de casarse.

-No, la verdad no, lo que pasa es que vine a acompañar a mi hermana Roseline quien si esta por casarse, pero creo que ella ya tiene suficiente compañía-agrego viendo como Roseline platicaba alegremente con Tomoyo y Camille.

-Entonces no creo que suceda nada si usted me acompaña por unos minutos a caminar.

-No lo creo-dijo finalmente aceptando el brazo que le había ofrecido el joven.

Pasados algunos minutos Sakura se dispuso a preguntar la duda que tenia desde que había conocido a ese joven.

-Disculpa, ¿pero quien eres?-pregunto inocentemente.

-Creo que de repente pierde la memoria, no es así señorita Kinomoto?

-Lo siento, creo que no me di a entender correctamente, lo que quise decir es que cual es su apellido, la verdad es que nos hemos estado encontrando durante varios días, pero aun no se quien es usted.

-Bueno, yo creo que mi nombre no es de mucha importancia, pienso que sabiendo mi nombre debería ser suficiente para usted, ¿no lo cree así?

-Pues la verdad no, porque no puedo andar por ahí con alguien que no conozco y que en mi vida había conocido.

-Lo que sucede es que si yo llegase a decirle mi nombre, me temo que usted me trataría muy diferente-agrego deteniéndose por un momento.

-Que acaso es usted un ladrón prófugo de la justicia ¿o algo por el estilo?-bromeo un poco Sakura.

-Lamento decepcionarla señorita, pero no es así, en realidad soy Rodrigo de Castilla.

-De...Cas...ti...lla-tartamudeo Sakura.

-Lo ve, por eso no quería mencionarle mi apellido.

-No, lo que pasa es que, oh! Le ruego que me disculpe su majestad pero yo jamás me hubiera imaginado que usted fuese hijo de nuestra queridísima reina Isabel.

-Por favor no te dirijas a mi de esa manera, trátame como si fuera alguien normal.

-Pero su majestad, yo no podría…-dijo apenada.

-Te suplico que ya no me llames así, que te parece si solo somos Sakura y Rodrigo.

Sakura dudo un momento antes de contestar, pero finalmente asintió, aun sintiéndose muy apenada por estar con el príncipe de España.

-Y me podrías decir porque estas aquí, porque jamás te había visto visitando Castilla-pregunto intrigada Sakura.

-Lo que sucede es que siempre estoy viajando, ya que tendré que confesarte con no me gusta para nada estar aquí en España, ya que mi madre nunca esta conmigo y no encuentro nada que hacer en el castillo, me divierte mas estar viajando por el mundo. Pero debo agregar que esta visita a mi país me ha dejado muy impresionado.

-¿Y se puede saber porque?

-Pues simplemente porque jamás imagine llegar a encontrar tan bella jovencita a media calle.

Sakura volvió a sonrojarse por segunda vez en el día, jamás se había sentido así, pero en verdad le gustaba estar en compañía de ese muchacho.

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-Me da gusto de que hayas respondido a mi llamado querida Marylise.

-No tengo otra opción su majestad-dijo Marylise, entrando por una gran puerta color marrón.

La reina estaba sentada en un gran sillón junto a una pequeña mesa con dos tazas llenas de te.

Marylise camino lentamente hacia donde se encontraba la reina, y se sentó en un sillón frente a ella, tomo su taza de te y dio un pequeño sorbo.

-Es acaso mi impresión o hoy estas mas nerviosa que de costumbre Marylise?-pregunto la reina.

Al escuchar aquella pregunta Marylise abrió los ojos de golpe y deposito su taza delicadamente en la mesa y agrego-lamento comunicarle mi reina que nuestros planes han fracasado-comento, desviando la pregunta de la reina.

-¿De que hablas?

-Shaoran Li aun no ha regresado y su supuesto regreso estaba planeado para ayer en la noche.

-Ay pero Marylise que ingenua eres, de seguro tuvo un pequeño contratiempo.

-Lo siento mi reina pero se ha equivocado porque mande a un soldado de Castilla ha la frontera con la ciudad de Valladolid y me informaron que ningún Shaoran Li había entrado o salido de Valladolid.

-¡¡Que!! ¡Como es posible!-se exalto la reina Isabel.

-Aun no estoy muy segura, pero sospecho que el joven Li se encuentra en Valladolid prisionero.

-No lo puedo creer, pero aun así ay que esperar hasta mañana y quiero que vayas tu misma a averiguar que es lo que esta pasando.

-Yo, oh no yo no pienso involucrarme mas de lo que ya estoy, ya que yo cuento con mucha información de suma importancia para el gobernador y si el llegara a amenazarme lamento comunicarle que yo le contaría todo.

-Pero que insolente, aunque he de aceptar que has ido aprendiendo poco a poco de mí, ya que yo en tu lugar haría lo mismo.

La puerta sonó al abrirse y dejo entrar a un soldado un poco agitado porque al parecer había corrido a gran velocidad para llegar ahí.

-¡Mi reina!... ¡han llegado mas muertos!

-¡Que!,  ¿de que hablas?-pregunto preocupada la reina.

-Así es, mas cuerpos de hombres muertos, que al parecer provienen de los campos, según me han informado un granjero vino a dar la alarma y algunos soldados fueron a ver que sucedía y se encontraron con más muertes.

-No puede ser, ya es la segunda vez, ¿en que lugar sucedió?-pregunto la reina, quien comenzaba a acercarse al soldado.

-Sucedió a las afueras de Castilla, al norte, casi frontera con Valladolid.

-¡Valladolid!- grito la reina Isabel cruzando miradas con Marylise.

-¿Y quienes han sido los responsables?-se atrevió a preguntar Marylise.

-No lo sabemos, no dejaron rastro, pero si me permite yo mismo iré a investigar.

-¡No!-interrumpió la reina-quiero que cierren toda frontera con Valladolid y las demás ciudades, protejan en especial el norte, no dejen pasar a nadie!, y quiero que todos comiencen a trabajar en eso ahora!, has entendido?!!

-Si, mi reina-apresuró a decir el soldado, para después salir rápidamente de aquel lugar.

Marylise y la reina se miraron con preocupación, sus temores comenzaban a hacerse realidad.

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.”¿Que fue lo que hizo que aquel hombre se fijara en ella? A su propio juicio podría decir que no era bonita, pero entonces podría ser que el había llegado a ver algo mas aparte de la apariencia física?”- leyó lo escrito por ultima vez, y después remojo su pluma como de costumbre y comenzó a escribir…

tantas dudas y casi ninguna respuesta, ella podría jurar que el moría por ella, la buscaba todos los días, reían juntos y los momentos compartidos eran enteramente disfrutados.”

Sonrió satisfecha para si misma y después dejo la bella pluma de lado y junto las hojas y las guardo en un cajón.

Camino un poco y se hallo junto a la ventana admirando la bella luna y el oscuro cielo adornado de estrellas brillantes.

Desde muy pequeña le gustaba escribir, no sabia como pero de repente le llegaban pensamientos confusos y solo pasándolos a papel era como llegaba a entenderlos. Todo lo que ella escribía reflejaban sus sentimientos, hasta ahora nunca había llegado a escribir cosas tristes, tal vez un poco enigmáticas, que era como ella las consideraba, pero nada triste, ya que no tenia nada porque sentirse deprimida, o en dado caso con mucha tristeza, siempre había estado rodeada de amigos y familiares que la apreciaban y les agradecía todo el amor que le brindaban con una sonrisa cada día.

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Cuatro paredes lo rodeaban, con ninguna ventana que permitiera la entrada de luz, desde hacia dos días no había comido nada, lo habían tratado como a un criminal, despojándolo de todas su pertenencias y golpeándolo agresivamente hasta dejarlo mal herido.

En realidad había tenido razón, no debió hacerle caso a Isabel y haber ido hasta ahí para tratar de arreglar cosas que no le afectaban en lo mas mínimo.

Aquella noche, el gobernador junto con otros hombres lo habían sorprendido mientras dormía, y lo habían golpeado cada vez que intentaba hablar, estaba seguro de que tratarían de invadir Castilla y solo rogaba por que aya se dieran cuenta de que no había regresado al tiempo acordado y trataran de adivinar los verdaderos planes del gobernador de Valladolid.

Ei tu! Li…aquí te traemos comida-dijo un hombre abriendo una puerta y aventando un plato con pan duro. Después volvió a cerrar aquella puerta y se fue riéndose.

Shaoran jamás iba a probar aquel pan, prefería quedarse así hasta que el mismo lograra escapar de aquel lugar.

-Aunque pensándolo bien, no estaría mal quedarme aquí por unos días, después de todo no tengo nada que hacer aya-hablo para si mismo Shaoran, pensando en las razones por las cuales enteraría escapar.

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Un nuevo día comenzaba, y la rutina de todos los días comenzaba a efectuarse. Sakura se levanto de su cama, tomo un corto baño, se vistió y bajo a desayunar. Ahí escucho las interminables frases sarcásticas y sin sentido de Camille, y la siempre alentadora voz de Tomoyo quien la invito a pasear un rato por la ciudad.

Subió rápidamente por su sombrero y bajo a la misma velocidad para llegar a la puerta donde su prima Tomoyo ya la estaba esperando.

Caminaron como de costumbre, deteniéndose en las curiosidades que atraían a Tomoyo, pero después volvió a encontrarse con el.

-Muy buenos días señoritas.

-Buenos días-dijeron las dos al unísono, haciendo una leve reverencias como era debido.

-Debo agregar que las dos lucen radiantes esta mañana-dijo Rodrigo admirando la belleza de las dos jóvenes.

-Muchas gracias joven Rodrigo, ¿no le gustaría pasear con nosotras un rato?-pregunto sonriente Tomoyo.

-Si a la señorita Sakura no le incomoda, por mi no habrá ningún problema.

-Oh no, como me podría incomodar, por favor acepte nuestra invitación.

-Estaré encantado de acompañarlas señoritas.

Ese día había comenzado muy bien, y cada vez Sakura se ponía mas alegre, mostrando siempre una calida sonrisa.

Visitaron algunas tiendas, pasaron a saludar a la dueña de la florería, que era muy amiga de ambas chicas y por ultimo dieron un paseo por el parque.

Esta vez Sakura y Rodrigo se quedaron solos, ya que Tomoyo se entretuvo con unas amigas con las que se había topado minutos atrás.

-Tu prima es una persona muy agradable Sakura-dijo Rodrigo.

-Si, así es, me agrada mucho estar con ella, nunca se le acaban los temas de conversación.

-Así es, disculpa, ¿tendrás algo que hacer esta noche?

-No, ¿a que se debe la pregunta?

-Bueno, pues me gustaría invitarte a una fiesta que habrá hoy en el castillo.

Lejos de ellos, estaban Tomoyo y dos muchachas mas, vestidas elegantemente, con su cabello recogido.

-Y desde cuando estas aquí Tomoyo?-pregunto una joven de cabello azulado.

-Llevo solo unos días aquí.

-Y quien es ese muchacho que esta con Sakura-pregunto la otra joven, mirando a la pareja a unos cuantos metros de ellas.

-Es un muchacho que se llama Rodrigo, es muy amigo de mi prima Sakura.

-Ya veo, hasta que por fin Sakura consiguió un muchacho eh...

-Así es, y debo decir que esta muy guapo-agrego la de cabello azulado.

-Si, no puedo negar que esta guapo, pero hay algo que no me agrada de el.

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Sakura terminaba de amarrar un listón alrededor de su cabello que contrastaba con su vestido color turquesa.

Esa tarde Rodrigo le había propuesto salir en la noche y ella había aceptado gustosamente.

Tomoyo la ayudaba a arreglarse, ajustando su vestido, y escogiendo unas finas zapatillas recién compradas que combinaban a la perfección.

-Ay Sakura que envidia me das

-Porque Tomoyo?, es solo una pequeña fiesta-contesto Sakura.

-No, Sakura, no es cualquier fiesta, y además no te ha invitado cualquier muchacho, ¡si no el príncipe!,

-Pero que cosas dices Tomoyo, ay creo que ya se me hizo tarde-dijo Sakura escuchando las voces de abajo que anunciaban que Rodrigo ya había llegado.

-Que mas puedes pedir?, tienes un guapo príncipe que viene por ti a la hora deseada, una sonrisa encantadora, y además todos los vestidos te quedan a la perfección…simplemente una vida color de rosa..- finalizo Tomoyo viendo complacida como había quedado Sakura

-------------------------------------Fin de Capitulo------------------------


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