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La Legendaría Vida de Roque Rojas

 

 

Nacido el 16 de Agosto de 1812 en la Ciudad de México, Roque Jacinto Rojas Esparza  fue bautizado en la fe catolica,  por el sacerdote Filogonio Quezada.

Manuel Rojas, su padre, es descendiente de judíos españoles sefaradíes y su madre, Dolores Esparza, de origen otomí.

A los cinco años de edad, profetizó la muerte de los esposos Romero, lo que provocó el asombro de quienes le rodeaban.

A la edad de doce años adivinó el lúgar exacto donde se encontraba la niña Andrea, quien vivía en la hacienda de don Juan López Montiel y fue llevada al cerro del Tesoro por unos bandoleros.

Al morir su madre, fue llevado por su padre y su padrino Juan López Montiel a inscribierse en el Seminario Conciliar de la Ciudad de México, para estudiar el sacerdocio pero sólo pudo estar ahí tres años, pues con la muerte de su padrino terminaron los medios económicos para conservar los estudios.

Regresó a vivir al lado de su padre donde aprendió ventidós oficios: Impresor, grabador, carpintero, ebanista, relojero, pintor, etc.

Se casó en el pueblo de Zumpango de la Laguna con la Srita. Guadalupe Arias Malanco con la que tuvo una única hija llamada Carolina.

La noche del 21 de Junio de 1861 una visión lo despertó. Una imágen celestial le indicó que debía transladarse a algún  lúgar del sur de la Ciudad de México para recibir recibir órdenes y mensajes de Dios.

Al cumplir las órdenes divinas, Roque Rojas sufrió la persecusion de autoridades civiles, eclesiásticas y la incomprensión de su propio pueblo.

A finales de 1861, curó a un leproso e hizo hablar a una muda de nacimiento de la familia de Petra Ortiz.

El año de 1862 hizo volver la vista perdida a Onofre Martínez, hermano de Lucas Martínez.

Ese mismo año, en una visita que hizo al poblado de San Andrés Topilejo, cerca de la Ciudad de México, y a punto de ser apedreado por una multitud incitada por el cura católico del lugar, hizo ante numerosas personas el prodigio de hacer andar al Juez Civil de la localidad, quien era paralítico de nacimiento. Aprovechando el desconcierto de quienes le querían sacrificar, pudo salvar la vida.

El año de 1863 resucitó, dos días después de haber fallecido, a la señora Refugio Valverde, esposa de Porfirio Lopezcano de Santillán.

En 1868 ante el Cabildo de la Ciudad de México, hizo caminar una enorme mesa con sólo aplicar sus manos, partiendo en dos el mármol de dicha mesa.

Durante la Intervención Francesa, en el Cerro de la Estrella de Iztapalapa, cuando era perseguido por dos soldados franceses para matarle, al salir Roque Rojas de la cueva donde se hallaba oculto, vieron los soldados que éste irradiaba luz brillante y temerosos, cayeron arrodillados ante él.

El año de 1869 hizo brotar agua en la población de San Miguel Regla, en el estado mexicano de Hidalgo y lo bautizó llamándole El Nuevo Jordán.

En el pueblo de Atizapán de Zaragoza, en Tlanepantla, estado de México, también hizo brotar agua y bautizó el lugar llamándole El Pozo de Samaria.

Los emperadores impuestos por Francia en México, Maximiliano y Carlota, movidos por la curiosidad lo hicieron llevar ante su presencia ya que su fama de sanador y profeta era muy grande, entonces él les profetizó que un Habsburgo derramaría su sangre en el suelo de México y que el suelo mexicano sería un país sin reyes. Ellos, creyéndolo loco (era el momento más poderoso de su imperio) lo dejaron ir, considerándolo inofensivo.

En el año de 1869, Roque Rojas se retiró de sus actividades espirituales y murio el 18 de Mayo de 1879 en el número 18 de las calles del Niño Perdido ( hoy, Eje Lázaro Cárdenas ) en la Ciudad de México.

( Roque Rojas fue tomado como piedra angular por la Iglesia Espirituailsta Trinitaria Mariana )

Bibliografía: Memorias sobre Hechos de Roque Rojas y algunas anécdotas sobre sus antepasados" . Gregorio Baldomero. 1914 / "Albores de la Nueva Venida del Señor. El Enviado", Folletos de "El Redentor". 1970