NUEVO NACIMIENTO
JUAN 3:1-21
Por: Gustavo <:><
Sabías que todos los
humanos somos criaturas de Dios pero que no todos somos hijos de Dios?. Para
ser hijo de Dios hay que nacer de nuevo, lea la siguiente porción tomada de la
Biblia en el libro de Juan capítulo 3, versos del 1 al 21:
1. Había un hombre de los
fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2. Este vino a
Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que tu haces si no está Dios con él. 3.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere
de nuevo , no puede ver el reino de Dios. 4. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un
hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de
su madre, y nacer? 5. Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6. Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es. 7. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8. El viento
sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de donde viene, ni a
donde va: así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 9: Respondió Nicodemo y
le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?. 10. Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tu
maestro de Israel, y no sabes esto?. 11. De cierto, de cierto te digo, que lo
que sabemos, y lo que hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no
recibís nuestro testimonio. 12. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis,
¿como creeréis si os dijere las celestiales?. 13. Nadie subió al cielo, sino el
que descendió del cielo; el Hijo del Hombre que está en el cielo. 14. Y como
Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el hijo del
hombre sea levantado, 15. Para que todo aquel que en el cree no se pierda mas
tenga vida eterna. 16. Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea no se pierda, mas tenga vida
eterna. 17. Porque no envió Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él. 18. El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el
nombre del unigénito Hijo de Dios. 19. Y esta es la condenación: que la luz
vino al mundo, y los hombres amaron mas las tinieblas que la luz, porque sus
obras eran malas. 20. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no
viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21. Mas el que practica
la verdad viene a la luz para que sea manifiesto que sus obras son hechas en
Dios
Nicodemo era un
“principal” entre los Judíos (1), es decir una persona de renombre y muy
importante que además de todo, conocía la ley, conocía las sagradas escrituras.
En esos tiempos Jesús no era bien visto por los principales de los Judíos, el
Señor predicaba y enseñaba también en sus sinagogas, sin embargo era rechazado
por estas gentes tan “importantes”, este hombre Nicodemo, vio algo en el Señor
Jesucristo que lo hizo ir con la protección de la noche (2) a verle
personalmente. Nicodemo le reconoce que viene de Dios y nuestro Señor sabiendo
la fuerte necesidad de Nicodemo le informa que para ver y entrar al reino de
Dios le es necesario nacer de nuevo (3 y 5).
Nicodemo como buen judío
sabía cuan importante es asegurar un lugar en el reino de los cielos, el era
parte del pueblo que Dios escogió, sin embargo pese a su sapiencia tuvo que ir
a Jesucristo pues no tenia la seguridad de pertenecer al Reino de Dios. Hoy en
día puedes tu asegurar que eres parte del reino de Dios?, has experimentado lo
que Jesús llama nuevo nacimiento?, puedes decir con certeza que al momento de
tu muerte física, es decir al dejar este cuerpo mortal, iniciaras una vida
eterna al lado de Dios en su reino que consiste en justicia, gozo y paz??? O
estas en la misma situación de Nicodemo?.
Nicodemo le dice al Señor (4),
como puede un hombre viejo entrar al vientre de su madre y nacer de nuevo?, la
mente de Nicodemo, es una mente con limitaciones como la nuestra, él, al igual
que nosotros inmediatamente pensó en la forma mas lógica y aceptada por el
razocinio humano del acto de nacer, sin embargo Jesús (6) le aclara que
el nuevo nacimiento no es físico sino espiritual, ya que procede del Espíritu
Santo, Jesús le dice que lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es
nacido del Espíritu, espíritu es.
Nicodemo en su sabiduría
humana y con todo el conocimiento de la palabra de Dios, no sabe como es esto,
por lo que Jesús le dice (10) ¿como siendo tu un maestro de la Ley no
sabes esto?.. al igual que en nuestros Días nuestros pensamientos están
entenebrecidos, es decir turbados, conocemos de Dios lo que nos han transmitido
nuestros padres, nuestros familiares y amigos, lo que hemos visto en las
películas de cine, pero no es suficiente, aun si leyere y aprendiere toda la
Biblia en forma intelectual, como Nicodemo, sería insuficiente, ya que debemos
permitir que sea Dios mismo quien nos muestre todo esto porque esta sabiduría
es espiritual y solo Dios nos la puede explicar como lo hizo Jesús a Nicodemo.
Jesús le dijo (13) que
del cielo descendió el hijo del hombre, y que al igual que la serpiente en el
desierto (14), el mismo sería levantado (15) para que todo aquel
que en el crea no se pierda mas tenga vida eterna. Jesús en ese momento estaba
profetizando no solo su muerte, sino también su resurrección gloriosa.
Jesucristo sin merecerlo padeció por toda la humanidad recibiendo el castigo
que nosotros merecemos. Jesucristo ha pagado el precio con la sangre derramada
en la cruz del calvario.
Cuan grande es el amor de
Dios que dio a su hijo único en sacrificio, el verso 16 pone de
manifiesto el gran amor de Dios para con la humanidad y el propósito del
sacrificio de Jesucristo “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado
a su hijo unigénito para que todo aquel que en El cree no se pierda mas tenga
vida eterna”.
En aquel tiempo el pueblo
rechazó a Jesucristo al grado que siendo inocente clamaron por su
crucifixión, hoy en día se le sigue
rechazando, pese a que Dios nos abre sus brazos amorosos para que a través de
Jesucristo tengamos acceso a El y a su Reino, la humanidad le sigue rechazando
participando de esta forma con quienes gritaron, crucifícale!.
El rechazar a Jesucristo
tiene un precio, la condenación, dice el verso 18 que el que no ha
creído, ya ha sido condenado.
Pablo dice en Romanos
6:23 Porque la paga del pecado es
muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor Nuestro. Aquí el apóstol enseña que la paga del pecado
es muerte, y se refiere no a la muerte física de la cual nadie se va a librar,
sino a la muerte eterna, significa participar con Satanás del sufrimiento
eterno en el infierno, el apóstol Juan escribió en Apocalipsis 20;10 y 21:8 ”
Y el Diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban
la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos
de los siglos” “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas,
los fornicarios y los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán
su parte en el lago de fuego que arde con fuego y azufre, que es la muerte
segunda”. Sin embargo también dice: “mas la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús”. Esta es la vida eterna con Dios por siempre, disfrutando de
justicia, gozo y paz.
Aceptar a Jesucristo nos
hace hijos de Dios, y mientras vivamos Dios verá por nosotros, observe lo que
dice Jesús en Mateo 6:31-33 “No os afanéis pues diciendo, que
comeremos, o que beberemos o que vestiremos?. Porque los gentiles buscan todas
estas cosas pero vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas
estas cosas, mas buscad primeramente el
reino de Dios y su Justicia y todas estas cosas os serán añadidas. Dios
sabe lo que es nuestra vida terrenal, con sus problemas, necesidades,
preocupaciones y afanes, y nos ofrece a cambio de buscar el Reino de Dios y su
Justicia, añadir todo lo que necesitamos porque Dios mismo sabe lo que
necesitamos aun antes de pedírselo.
¿No es maravilloso saber
que tenemos un padre amoroso que puede ver por nosotros?. No te gustaría formar
parte del Reino de Dios y ser Hijo de El creador del Universo?. Nacer de nuevo
a una vida donde tu padre será el mismo Dios?.
Quizá tu has sabido de la
existencia de Dios desde siempre y conoces la labor de Jesucristo, pero nunca
le has aceptado en tu corazón como Señor y Salvador de tu vida, quizá te
sientes tan culpable por tu comportamiento en tu vida que piensas que Dios no
te puede aceptar como hijo, lee este pasaje que esta en Lucas 23:39-43 “Y
uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: si tu eres
el Cristo sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro le reprendió,
diciendo: ¿Ni aun temes tu a Dios estando en la misma condenación? Nosotros a
la verdad justamente padecemos porque recibimos lo que merecieron nuestros
hechos; mas este ningún mal hizo. Y dijo a Jesús;: acuérdate de mi cuando
vengas en tu reino. Entonces Jesús le
dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. El
ladrón que colgaron junto a Jesús en el calvario era tan culpable que mereció
la muerte en la cruz, y ahí mismo se arrepintió y reconoció a Jesús como Dios,
recibiendo el perdón y la vida eterna.
Dios no rechaza a nadie
que se acerca a el, en Salmo 51:17b dice: al corazón contrito
y humillado no despreciarás tu oh Dios, así que en este momento es el
tiempo de salvación de pedirle a Dios que entre a morar en tu vida, para
recibir el gozo del Espíritu Santo.
Nacer de nuevo significa
que uno cree que Jesucristo fue el Cordero de Dios sobre quien fueron pasados
todos los pecados de la humanidad, incluidos los tuyos y aun los de los hijos
de tu hijos. Es creer que Jesús llevó sobre de sí mismo tal carga de pecados y
por lo cual fue juzgado muriendo en la cruz donde derramó Su sangre para lavar
todos nuestros pecados, pues está escrito que “sin derramamiento de sangre, no
hay remisión de pecados”. Nacer de nuevo implica reconocer que somos dignos de
muerte pues escrito está “La Paga del pecado es Muerte”, y reconocer que
Jesucristo ya pagó por mí.
Para hacerlo es necesario
que en la intimidad de tu corazón clames a Dios con una sencilla oración como
esta: “Bendito Padre Celestial, quiero ser hijo tuyo, te pido perdón por
todos mis pecados que tu conoces y que han sido lavados con la sangre de Jesús,
y ahora abro las puertas de mi corazón a tu hijo amado Jesucristo y le recibo
como Señor y Salvador de mi vida. Gracias Señor por entrar a mi Corazón y darme
una vida nueva”.
Si lo haces, te conviertes
en Hijo de Dios y el Espíritu Santo esta sobre ti, ahora te animo a que
diariamente leas algún pasaje de la Biblia pidiéndole a Dios entendimiento para
que El mismo te vaya mostrando cada día sus maravillas y las grandes promesas
que tiene para ti reservadas. Si te es posible congrégate por lo menos el
primer día de la semana (domingo) en alguna Iglesia donde se predique
correctamente la palabra de Dios para la edificación de tu alma y adoración a
Dios.
Dios te bendiga
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