SUEÑOS
DE UNA VIDA PASADA...
Realidades...
La
gran fiesta de disfraces en donde todos los estudiantes de las diversas escuelas
japonesas se reunían se estaba llevando a cabo. La música sonaba, los jóvenes
se divertían, de pronto todo se detuvo. Nadie se movía, la música se detuvo,
ni siquiera las manecillas del reloj se
movían. Sakura Kinomoto había hecho uso de su magia para detener el tiempo por
ordenes de Eriol Hiraguizawa. Inexplicablemente las personas que la acompañaban
esa noche no se habían paralizado. Una joven de larga cabellera color púrpura
a quien Sakura no conocía reía como maniática, Eriol y Clef se veían
preocupados; ninguno de los presentes entendía nada, eran trece los ah reunidos
y se miraban unos a otros pidiendo explicaciones, la mujer de la esfera dejo de
reír y los miró a todos. Con un movimiento de su mano echó hacia atrás unos
mechones de su cabello y se dirigió al grupo en general. <<Es una lástima
que se hayan reunido sin saber lo que iba a pasar, por lo menos debieron de
decirles aunque fuese solo pro precaución>> dijo dirigiendo el último
comentario a los magos de rostro rígido, Ranma se acercó hasta ella que lo
miro inocentemente <<Violeta ¿qué sucede?, ¿acaso esto es un
juego?>>la bruja tomo las manos del joven príncipe, su mirada paso a ser
la de una mujer enamorada <<Si Ranma, esto es un juego en donde tu y yo
estamos juntos.>> Violeta cerró los ojos y se acercó a Ranma para unir
sus labios a los de él siendo correspondida. Shampoo, molesta por el
atrevimiento de la chica se acercó hasta ellos y jaló a la hechicera para
separarlos. En aquellos ojos púrpuras se veía auténtica furia. <<¡Bruja,
deberías arder en el infiero!>> exclamó Violeta con renco en su voz,
extendió su mano derecha hacia Shampoo, y esta comenzó a sentir la falta del
aire y mucho calor, como si estuviera quemándose de verdad. <<¡Basta
ya!>> gritó a su vez Anais haciendo un movimiento con sus manos, una ráfaga
de aire refrescó a Shampoo que retrocedió varios pasos tosiendo, Violeta
observó a Anais despectivamente <<La bruja del viento, ¿porqué siempre
interrumpes los planes que tengo para este intento de bruja?>> <<Detén
todo esto Violeta, si lo que quieres es pelea lo haremos, pero no aquí ni
ahora>> Clef se veía molesto, lo que causó la risa de la joven <<Sé
lo que pretendes, y también estoy consiente de que en esta vida no tengo mucho
poder, así que si lo que desean es salvar a gente inocente entonces así lo
haremos, pero a mi modo. Ranma querido...>> dijo llamando al joven Saotome
que permanecía a un paso tras ella, extendió la mano hacia él quien la tomó.
<<Es hora de regresar a casa>> <<Si, como digas...>>
<<Los veré pronto, y para asegurarme de que así sea...>> una
sonrisa malévola se dibujó en su rostro mientras veía detenidamente a todos
los presentes, Eriol y Clef comenzaron
a sudar fío, sabían que Violeta era capaz de todo. La mujer fijó su mirada en
Sakura. <<Ya se quién....
Sakura, ¿podrías hacerme un favor?>> la jovencita de ojos verdes miró
fugazmente a Eriol y Clef mientras
la hechicera la observaba detenidamente, como si estuviera comparándola con
alguien <<Cuando estés de egreso por favor, no obedezcas para nada a
Eriol ¿si?, es todo lo que quiero.>> Después de decir aquello dio media
vuelta y un viento helado levantó un poco sus cabellos, Eriol tuvo un mal
presentimiento, Shaoran instintivamente desenvainó su espada y se colocó
frente a la card master, escucharon a la hechicera balbucear algo mientras el
viento comenzó a rodearla formando un tornado a su alrededor, todos se
cubrieron el rostro para evitar que el aire lastimara su vista, en pocos
segundos el remolino se extendió pasando a través de los demás, en pocos
segundos todo volvió a la calma.
<<¿Están
todos bien?>> peguntó Ferio, Eriol en seguida trató de rastrear a
Violeta en los alrededores, justo como hacía Clef. <<¡Mimi!... ¡¿Dónde
está Mimi?!>> Guru Clef dejó la búsqueda de su enemiga para buscar a la
otra muchacha, Sakura alertó a los demás de otra desaparición: <<¡También
falta Tomoyo!>> <<Esto no puede ser...>> <<Violeta se
las llevó...>> pudo concluir Eriol en un susurro, un poco consternado
ante la vedad. <<¡¿A dónde?, ¿a dónde se las llevó?!>> dijo
notablemente preocupado Matt, acercándose hacia el joven mago. Al tenerlo
frente a sí, desesperado por la sola idea de imaginar a su querida en peligro,
lo tomó con ambas manos por el cuello de su capa dispuesto a levantarlo
o empujarlo de ser necesario para obtener una respuesta.
<<¡¿Dónde está?, dime a donde fueron!>> <<Matt
tranquilízate>> intervino Jonh precipitándose a ayudar a su hermano,
el chico rubio lo soltó al instante, sabía que debía mantener la
cabeza fría y no dejarse llevar por la desesperación. <<Sí, tienes razón...
Pero Mimi puede estar en peligro, debo ir a ayudarla...>> se excusó apartándose
unos pasos de ellos, se llevó una mano a la nuca y comenzó a caminar de un
lado a otro para tratar de tranquilizarse aunque sabía que todo eso sería en
vano. <<Lamento decirte eso Matt, pero tus temores pueden ser ciertos,
Violeta es capaz de todo, incluso de matarlas...>> <<No, eso
no es verdad... Dime que no es verdad Eriol, dime que estas bromeando...>>
La joven card master comenzó a preocuparse verdaderamente por su prima y mejor
a amiga en ese momento desaparecida, conocía a Eriol de unos cuantos años y no
podía estar segura de estuviera diciendo a verdad. <<Entonces no nos
queda mas remedio que regresar...>> propuso Clef sin hacer caso de las súplicas
de la chica, Eriol asintió. Por primera vez desde la partida de la hechicera,
posó su profunda mirada en el rostro de Sakura.
<<Has que el tiempo transcurra normalmente, debemos ir a otro
lugar.>> Sin esperar a que ella terminara el conjuro, Eriol y Clef
avanzaron decididamente entre los estudiantes que permanecían inmóviles
como estatuas de piedra, la magia de Sakura perdió su efecto en segundos y
aquellas figuras humanas volvieron a tener libertad, la música volvió a
escucharse al mismo tiempo que el ruido de tantas voces hablando y riendo, el
tiempo había tomado su curso normal y nadie notó al grupo que se apresuraba a
seguir al par de hechiceros; el acompañante de Anais que regresaba con sus
bebidas no alcanzó a verla salir por lo que decidió esperarla en el lugar
donde la había dejado, sin siquiera imaginar lo que a ella le esperaba.
El
singular grupo de estudiantes preparatorianos entró silenciosamente en el
templo a un par de calles de la plaza donde se realizaba el baile, el lugar
estaba completamente vacío y en silencio, a esas horas nadie entraría por lo
que estaban seguros de que lo que ahí se dijera o hiciera permanecería
guardado como un secreto entre los presentes. La mayoría estaban confundidos,
no estaban seguros de dar crédito a lo que sus ojos acababan de mostrarles, habían
estado presentes en un suceso inexplicable en cuanto a lógica se refería.
Guiados por Eriol y Clef, llegaron a la plaza principal del templo, no era un
lugar común como el de otros templos en donde la gente compra amuletos o tira
monedas a los pozos, ese lugar en especial parecía descuidado, el pasto crecía
en donde no debía haber mas que empedrados, las hojas de los árboles se esparcían
de igual manera a lo largo del terreno, en
el centro, cuatro arcos de piedras cuadradas rodeaban una enorme piedra que
precisamente era lo que Eriol y Clef buscaban. En cuanto llegaron frente a ella,
los demás de igual manera se colocaron a su alrededor observándose unos a
otros.
<<Hemos
llegado>> <<Es momento de comenzar...>> <<¿Comenzar...?
¿A que se refieren precisamente con comenzar?>> <<¡Sí, deberían
explicarnos que fue lo que pasó y qué es lo que van a hacer!>> Xian Pou
comenzaba a desconfiar de esas personas, los
había seguido esperando una respuesta sobre el paradero de Ranma pero nadie se
la daba. El par de magos intercambió miradas, cuestionándose sobre si debían
decir todo lo que sabían u ocultárselos por mas tiempo, finalmente, Clef
asintió y al instante Eriol tomó su bákulo para hacer una serie de
movimientos al tiempo que pronunciaba un hechizo. El Guru comenzó a su vez a señalar
a los presentes con su propio bákulo terminando de apuntarles justo al mismo
tiempo que su compañero terminaba de recitar las palabras mágicas, un círculo
de luz se dibujó instantáneamente en el piso alrededor del grupo teniendo como
centro y eje principal la gran piedra que comenzó a desvanecerse y convertirse
en luz para asombro de unos pocos. Era una luz blanca, tan pura y brillante que
hizo que casi todos cerraran los ojos por un momento. Cuando se acostumbraron a
la luz, todos pudieron ver a Eriol y Clef que caminaban a lados contrarios tras
de ellos aún dentro del círculo de luz, deteniéndose un par de segundos tras
cada miembro del grupo y susurrando algo casi con un hilo de voz. Clef al llegar
a su lugar correspondiente se detuvo, sin embargo Eriol volvió a dar otro rodeo
al grupo, esta vez alzó la voz un poco mas por lo que cada uno de los presentes
escucho claramente sus palabras...
<<Clef,
la sabiduría... Sakura el coraje... Shaoran el guerrero... Matt el elegido de
la Luz... Jonathan el desertor... Anais la dueña del Viento... Ferio el amo de
los Relampagos... Xian Pou la manipuladora... y finalmente Eriol, el
poder...>> concluyó al llegar a su lugar ubicado frente a Yamatto y al
lado de Clef y la joven china. Cuando volvió a hablar un par de segundos después
lo hizo con un tono de voz más fuerte y autoritario...
<<¡Es
momento de regresar, la profecía se ha cumplido y los trece deben regresar al
lugar del cual se marcharon un siglo atrás!>>
La
luz se hizo mas intensa acompañada de un viento proveniente del suelo donde el
círculo se había dibujado. La luz era nuevamente cegadora y ninguno pudo
evitar cerrar los ojos por unos segundos, Sakura sabía que aquello era producto
de un conjuro, un hechizo que sin embargo desconocía.
Cuando
el viento cesó, se dieron cuenta que la luz había desaparecido, aún estaban
todos de pie rodeando la gran piedra sin embargo su entorno había cambiado
notablemente. Los arcos de piedra habían desaparecido y en su lugar habían
cuatro grandes árboles de roble, estaban secos y marchitos pero aún seguían
de pie. Las casas del templo habían desaparecido y parecían haber llegado a un
llano. Sus ropas también habían cambiado...
<<¿Dónde
estamos?>> preguntó Sakura mientras veía las largas y holgadas mangas de
su nuevo vestido, sus hombros estaban al descubierto y su falda era amplia y lo
suficiente mente larga como para arrastrarla sobre el pasto. Su bákulo permanecía
frente a ella en el piso y solo bastó que ella lo mirara para verlo elevarse
hasta llegar a sus manos. <<¿Dónde está mi espada?>> preguntó a
su vez Anaís que no parecía haber sufrido un gran cambio de vestuario, si
acaso habían desaparecido las hombreras de su traje, la falda se había
alargado hasta llegar al suelo y su blusa de cuello alto se había transformado
en una de tirantes con escote en V, un
traje digno de una reina pensó Clef al observarla por unos segundos. <<La
joya que tienes en el cuelo Anaís...>> fue lo único que le indicó el
Guru, la rubia observó entonces que llevaba en un collar de esmeraldas y pensó
que tal vez se trataba del mismo mineral del que Presea había forjado su espada
en Céfiro.
Por
su parte, Xian Pou parecía decepcionada, su hermoso vestido de reina había
sido reemplazado por uno en extremo simple y que le recordaba a primera vista el
que le había visto puesto a esa tal Violeta.
Matt, Shaoran y Jon no habían cambiado en mucho sus atuendos, seguían
vistiendo como caballeros de la época medieval con relucientes y brillantes
armaduras, de sus hombros caía una larga capa roja.
Ferio, Eriol y Clef no habían sufrido cambio alguno en sus vestimentas,
tras observar el entorno por unos segundos comenzaron a explicarles a los demás
lo que ocurría...
<<Hemos
llegado a Velvet Valley, un lugar dentro de un mundo paralelo a la tierra en el
que hace mucho tiempo tuvieron lugar hechos que amenazaron el futuro de esta y
otras dimensiones...>> <<En cuanto se den las doce campanadas
regresaremos en el tiempo, al siglo XIV para ser precisos, y lo que ocurrirá
después de eso requiere la cooperación de todos y cada uno de los presentes.
Si se llegase a cometer un solo error todo el futuro como lo conocemos puede
desaparecer...>> <<…¡¿Qué clase de broma es ésta? Debemos
buscar a Mimi en vez de estar jugando!>> les dijo Matt tratando de
hacerlos entrar en razón, Erial le miró al instante con enojo y exasperación
<<Esto no es un juego Yamato, la vida de Mimi, Tomoyo y Ranma están en
peligro. Si Violeta llegase a dañarlos, sus almas desaparecerían para toda la
eternidad...>> <<¡Otra vez con lo mismo Eriol! La reencarnación no
existe...>> <<¡Si no quieres creerlo no me importa Jon, pero todos
los aquí presentes vivieron en el siglo XIV y ayudaron a encerrar a esa bruja
dentro de su esfera! >> La paciencia de Eriol estaba llegando a su fin, de
no ser por Clef que lo detuvo poniendo su mano sobre el hombro del hechicero,
hubiera tomado a su hermano por el cuello y lo hubiera lanzado un par de metros
atrás. <<Tranquilo Eriol, lo
que menos necesitamos es dividir este grupo, ¿recuerdas?>>
<<Sí, tienes razón... Lamentablemente para todos nosotros,
Violeta pudo liberarse en el momento en que todos volvimos a reunirnos...
>> <<Esta vez debemos acabar con su maldad, no tenemos derecho a
fallar en nuestra misión. >>Clef paso nuevamente la vista hacia cada uno
de los presentes, aún dudaban sobre creerles o no, incluso Anais, sin
embargo... <<Ok, supongamos
que lo que dicen es verdad, que tenemos que derrotar a esa tal Violeta, pero ¿cómo
se supone que lo hagamos?>> La repentina disposición de Matt a ayudar les
dio ánimos al par de hechiceros, al parecer todavía tenían esperanzas.
<<Usando magia>> <<Bueno, ¡ustedes no se cansan hablar
de tonterias! ¡La magia no existe,
todo eso no es mas que trucos!>> intervino nuevamente Jon, Eriol volvió a
mirarle de mala manera, aunque más sereno que la última vez. Estaba a punto de
contestarle pero alguien más se le adelanto.
<<Lo que ella hizo hace rato no fue un simple truco de
ilusionismo>> dijo con total convicción Matt mirando fijamente a Sakura
<< ¡Es verdad, la magia existe y creo en ella!>> apoyo al instante
Xian Pou, Shaoran no se quiso quedar atrás y comento: <<Entonces es por
eso que fuimos elegidos, ¡todos los que estamos aquí creemos en la
magia!>> <<Así es, y aunque Jon opine lo contrario, tiene una magia
interior que será fundamental en esta batalla. Participará de igual manera,
crea en la magia o no >> Finalizó Chef dirigiéndole una mirada severa al
caballero, que sintiéndose agredido, se limitó a desviar la mirada. <<Y,
¿qué es lo que debemos hacer?>> preguntó ligeramente entusiasmada
Sakura, Eriol se dio cuenta de que no era la única, Anais, Xian Pou, Ferio,
Matt, todos parecían deseosos de enfrentarse a ese nuevo reto sin importar cuan
difícil fuese. El mago no pudo evitar sonreír.
<<En cuanto den las 12 campanadas regresaremos en el tiempo hasta
el siglo XIV, época de los grandes reyes; retomaremos nuestra vida pasada
olvidando casi por completo esta del siglo XXI >> <<Y lo poco que
recuerden, será para ustedes solo un sueño al que culparan de exceso de
imaginación>>
A
lo lejos, se escuchó el sonido de la primera campanada, en ese instante una
delgada línea de luz comenzó a rodear al grupo. Aquella muestra obvia de magia
sorprendió ligeramente a los presentes.
<<Sakura
y Azoran, ustedes volverán a ser una joven pareja de aldeanos: una aprendiz de
hechicera y un joven caballero a las órdenes del rey>>
La
segunda campanada se escuchó mientras una serie de líneas comenzaban a
dibujarse en el interior del círculo, formando finalmente un cuadrado.
<<Yamatto
y Jonatan, ustedes serán dos de los mejores caballeros en todo el reino, su
rivalidad se remonta desde esa antigua vida>>
Trece
símbolos aparecieron en la orilla exterior del círculo, uno detrás de cada
uno de los involucrados; la tercer
campanada se escuchó puntual. Eriol miró a los antes mencionados.
<<Ustedes
cuatro estarán cerca de Mimi y Tomoyo, quienes volverán a ser las princesas
del reino>>
Los
cuatro asintieron al tiempo que la cuarta campanada sonaba con potencia, un
rombo comenzó a aparecer en el interior del círculo continuando con el
conjuro.
<<Xian
Pou, tu eres quien más cuidado debe tener durante la misión ya que tu deber es
vigilar todos los movimientos de Ranma que estará siendo manipulado por
Violeta>>
La
joven china asintió con decisión. Clef que era quien estaba haciendo el
conjuro sin que los demás se percataran, trazó una línea diagonal con su
magia en el interior del rombo y el cuadrado, la quinta campanada estaba
sonando. Eriol miró después a Anais, hubo un breve silencio que Clef aprovechó
para trazar una línea más formando una letra V, la sexta campanada no se hizo
esperar.
<<Anais,
deberás reunirte con Marina y Lucy en cuanto la primer batalla se lleve a cabo,
las tres viajarán juntas hasta llegar con Violeta y distraerla el tiempo
suficiente, no deben enfrentarse a ella, solo distraerla>>
Ordenó
el joven inglés recalcando claramente lo que debía hacer, la rubia asintió
aunque preguntándose si sus amigas también serían transportadas al pasado.
Con la séptima y octava campanada, Clef siguió el conjuro formando un triángulo
con una línea horizontal uniendo el par de líneas anteriores, además de
partir esa figura en otro pequeño triángulo por la parte superior.
<<Guru
Clef y Ferio se encargarán de lo demás, llegarán hasta donde ustedes se
encuentren y el grupo se separará. Emprenderán un nuevo viaje donde Yamatto y
yo los esperaremos>>
El
caballero rubio intercambio una mirada con el hechicero, estaba un poco
confundido respecto a las ordenes que se estaban indicando y él esperaba una
mejor explicación, cosa que no sucedió. El sonido de las siguientes dos
campanadas dibujó en la parte inferior del triángulo central una letra V,
ahora aquella figura estaba formada por 4 triángulos más de menor tamaño.
Clef levantó ambos brazos al cielo que al instante se lleno de nubes negras,
truenos y relámpagos cruzaron el cielo y Eriol alzó la voz para concluir.
<<¡Les
deseo suerte a todos, cuando la última campanada se escuche debemos entrar a la
luz!>>
Con
la penúltima campanada, los trece símbolos exteriores crearon un campo de
energía para evitar que alguien saliera, unas gruesas gotas de lluvia
comenzaron a caer al tiempo que los rayos y truenos aumentaban de intensidad, la
doceava campanada se escuchó con total claridad a pesar de la tormenta que
acababa de desatarse, una luz blanca proveniente del círculo emergió de la
tierra cegándolos por un instante, segundos después, pudieron ver la silueta
de Eriol penetrar a la luz, era el momento por lo que uno a uno fueron entrando.
Cuando Clef entró a la luz, siendo ya el último en hacerlo, el sonido de la última
campanada cesó, la lluvia se detuvo y la luz se desvaneció...
<<¿Qué
es esto... Donde estoy...?>> La luz había desaparecido, solo había una
profunda oscuridad que lo cubría todo. Yamatto sentía el viento sobre su
rostro, estaba cayendo a gran velocidad. <<Tranquilo, solo tienes que
abrir los ojos >> escuchó a lo lejos, era la voz de Eriol quien trataba
de ayudar. Matt pensó un instante en lo que el mago le decía, abre los ojos...
Los tenía abiertos y no veía nada. <<Anda, es momento de que despiertes
tu magia, abre los ojos y permítele que vuelva a emanar de ti...>>
<<¿Cómo debo hacerlo?>> <<Concéntrate, piensa en tu
don...>>
Matt
cerró fuertemente los ojos, debía confiar en Eriol por lo
que trató de concentrarse, tratando de visualizar algo, cualquier cosa
que pudiera ver, deseando poder tocar el suelo con los pies y no con la cabeza.
Tardó varios minutos esforzándose para poder ver algo,
abría y cerraba los ojos constantemente esperando poder ver alguna luz
sin embargo seguía envuelto en aquella oscuridad, cayendo mas y mas en el
profundo abismo, ese abismo que parecía no tener fin...
<<No
pienses que vas a caer Matt... Confía en ti, no debes dudar de tu
poder...>>
Era nuevamente la voz de Eriol a la
lejanía. ¿Confiar en sí mismo? Sí, estaba seguro de que si seguía intentándolo
tarde o temprano podría salir de aquella profunda oscuridad, si creía en si
mismo todo estaría bien...
De
pronto apareció una luz, un tanto sorprendido Yamatto sintió como ponía los
pies sobre la tierra, el viento había cesado y él dejó de caer. Su cuerpo
brillaba, la magia había vuelto a su ser...
<<Felicidades
Matt, haz superado la prueba>> alentó Eriol con su siempre amable sonrisa
en el rostro, el joven mago se encontraba a su lado aunque Matt no supo como
apareció ahí. Antes de que Matt supiera que decir, Eriol desvió la vista al
frente y avanzó un par de pasos, de entre la oscuridad aparecieron otro par de
siluetas luminosas: eran Clef y
Sakura. Eriol intercambió unas
cuantas palabras con ellos y después volvió a girarse hacia Matt, el muchacho
sintió a su espalda un suave viento y no pudo evitar voltear. Donde antes no
había nada mas que oscuridad, ahora había un grande y hermoso espejo de marco
dorado. El trío de hechiceros llegó al lado del rubio, y en el cristal de
aquel objeto comenzó a reflejarse el interior de una mazmorra, una fría
habitación en donde Mimi yacía recostada e inconsciente con la ropa manchada
de sangre, Jonathan la miraba
embelesado desde el rincón...
<<Mimi...
¡¿qué le pasó a Mimi?!>> preguntó muy preocupado el caballero, Sakura
se veía sorprendida y ligeramente confundida,
Clef estaba sereno y Eriol parecía aliviado. <<Está bien, Violeta
la ha salvado de la muerte tal y como hizo con John...>> <<¿Qué
quieres decir Eriol? >> cuestionó la jovencita sin comprender, Clef fue
quien respondió. <<Cuando ocurrió el enfrentamiento contra Violeta y
logramos encerrarla en su bola de cristal, el espíritu de todos los
involucrados saltó de esta vida a una nueva, el tiempo se detuvo para nosotros
y desaparecimos de esta época como si nunca hubiéramos existido>>
<<Y ahora que el hechizo se ha roto, volvimos en el momento en que hicimos
la invocación, el tiempo ha comenzado a transcurrir nuevamente y si no actuamos
rápido Violeta obtendrá las tres fuerzas. Debemos hacer el hechizo de regresión
para volver al inicio de todo esto y evitar que ocurra.>> <<Es
nuestra última oportunidad para detener a Violeta y salvar a Mimi>>
<<Entonces no esperemos mas, ella me necesita y yo haré todo lo que esté
a mi alcance para evitarle ese sufrimiento>>
Ya
todo estaba decidido, Matt había mostrado su determinación por salvar a Mimi
lo que les aseguraba que el elegido estaba dispuesto a luchar, sin que Eriol o
Clef dijeran nada más comenzaron con el conjuro de regresión, los cuatro
levantaron hacia lo alto sus armas mágicas y los unieron al tiempo que de sus
bocas salía el poderoso conjuro.
A
miles de kilómetros, en la torre de un viejo castillo, Violeta sentía la
resonancia mágica del hechizo, sabía lo que estaba a punto de suceder: viajaría
en el tiempo para volver a obtener el tan anhelado poder...