~°Un
verano inolvidable...°~
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*~ Yushita ~*
Los días pasaron sin que se dieran
cuenta, Tai sabía todo lo que Mimi le había contado sobre las mujeres y sus
gustos, por lo menos los de chicas como ella y como Sora. Habían compartido
gran parte del tiempo juntos y Matt que sospechaba que había algo entre ellos,
comenzó a sentirse excluido, estar cerca de Sora lo hacía sentirse mas maduro,
hablaban de cosas importantes, pero no se divertía como quisiera. Un día
mientras Mimi y Tai desaparecieron, comenzó a meditar sobre lo que de verdad
quería. Por su parte, Sora también comenzaba a sentirse incomoda al ver a Mimi
y Tai tan juntos, había rechazado a Tai, y no tenía porqué sentirse celosa de
Mimi, sin embargo al verlos juntos e imaginárselos como pareja encendía una
llama de celos y furia en su interior...
-Las vacaciones pronto
terminaran...- dijo Tai en un susurro mientras veía el atardecer al lado de
Mimi, estaban en el risco a la orilla de la playa, los dos sentados
viendo el hermoso color del cielo mientras el sol descendía.
-Si, me gustaría quedarme por siempre
aquí...
-Podemos volver el próximo verano, la
abuela no pondrá objeción, le gusta estar rodeada de gente... Oye Mimi...
-¿Si, que pasa?
La muchacha apartó la vista del
horizonte y la fijó en el bronceado rostro de su amigo, el sol lo hacía ver un
poco diferente. Tai también fijó su vista en los ojos de Mimi, unas cuantas
gaviotas sobrevolaron el mar exclamando sus graznidos. Las olas del mar chocaban
contra el risco, la naturaleza cantaba para ellos que permanecieron en silencio
viéndose el uno al otro. El viento sopló también jugueteando con el cabello
de Mimi, Tai pudo ver lo hermosa que era Mimi, la veía como una mujer y no como
su amiga de la infancia, algo en su interior lo cautivo... Con suavidad apartó
los mechones de cabello que caían
en el rostro de Mimi, y ella sintió por primera vez la calidez del tacto de
Tai. Era confortable, Tai era en verdad apuesto, pero siempre sería su mejor
amigo, no podía haber algo mas entre ellos, su corazón ya tenía dueño. Tai
comenzaba a acercarse y Mimi recordó el rostro angelical de Matt, era Matt
quien se acercaba a ella, pudo ver sus labios acercarse a los suyos, la mano de
Matt sobre su rostro, respiraban el mismo aire y estaban tan cerca... Mimi cerró
los ojos esperando el dulce beso de Matt, sin embrago escucho una voz en su
interior que le recordó que él no era Matt, abrió los ojos y se apartó de
Tai justo a tiempo.
-Tai espera...- dijo Mimi poniéndose de
pie, Tai bajo la vista apenado.
-Lo siento, me deje llevar...
-Si, igual yo... Sabes Tai, eres un gran
chico y...
-No digas nada Mimi...- el joven castaño
se puso de pie y volteó a ver a su amiga con una sonrisa en su rostro- Déjalo
así, yo tuve la culpa por creer que entre tu y yo...
-Déjame terminar, por favor...-
Interrumpió ella nuevamente acercándose mas a él.-
-No, no puedo, no quiero saber, no quiero
escucharte...- los ojos de Tai se nublaron de lágrimas y él se apartó, salió
corriendo de ahí en dirección a la posada, Mimi lo vió alejarse y también
sus ojos se llenaron de lágrimas...
-Tai... como quisiera estar enamorada de
ti... Como quisiera que fueras tú y no Matt...
El sol se ocultó en el horizonte
mientras que la Luna comenzaba a ocupar el cielo, la lluvia de estrellas no
tardaría en comenzar...
.~.~ .~.~ .~.~ .~.~
-Shht, Tai no hagas tanto ruido...-
susurró Matt que caminaba de puntillas siguiendo a Tai, TK tras él caminaba de
la misma manera, solo Tai iba como si nada
-Ustedes son los escandalosos, no saben
caminar sigilosamente...
Los tres siguieron caminando entre la
oscuridad hasta que llegaron a donde estaba la tienda de Mimi, la fogata estaba
apagada y no había señal alguna de las chicas.