~°Un verano inolvidable...°~

By *~ Yushita ~*

capitulo 20 

-¡¡Como pudiste hacerme esto Mimi, yo confiaba en ti!! – gritaba Sora con desesperación, frente a ella, Mimi no sabía qué responder ni como actuar, todo estaba pasando demasiado rápido sin darle tiempo de reaccionar como hubiese querido. Sin saber como, su mejor amiga se había enterado de lo que había ocurrido entre ella y Tai a tan solo un par de minutos, y ahora estaba ahí frente a ella reclamándole a gritos el haber roto su confianza, lo que había temido estaba ocurriendo, no con Tai pero sí con Sora: su amistad pendía al borde del precipicio.

-Fue solo un beso... – dijo nerviosa, comenzaba a temblar de pies a cabeza sin saber qué hacer para convencer a su amiga que había sido algo espontáneo y tan veloz que no la había dejado siquiera rechazar.

-¡¡Yo lo amaba Mimi, lo amaba y tú me lo quitaste!!- La voz de Sora volvía a alzarse con toda su furia en reclamos y falsas acusaciones. 

Tai llegó corriendo hacia ellas en unos segundos interponiéndose a tiempo para evitar que Sora abofeteara a Mimi aunque sin poder esquivar él mismo el golpe, Sora por un momento se quedó inmóvil frente a ellos. Las lágrimas permanecían aun en sus ojos, muestra del dolor que aquella traición le causaba, brotaban rápidamente resbalando por sus pálidas mejillas que en ese momento temblaban por el movimiento involuntario de todo su ser, quería derrumbarse en ese momento, llorar y llorar la pérdida sufrida. El muchacho habló sin inmutarse por la bofetada recibida, lo único que le importaba en ese momento era salvar a Mimi de un nuevo ataque de furia, la pelirroja escuchaba su voz, sin embargo no parecía entender las palabras, todos los malos sentimientos se arremolinaban en su interior, sentía furia, coraje, dolor, tristeza, enojo, envidia, el desamor... Él estaba confesándole todo lo que sentía por Mimi, le decía cuanto amaba a esa chica y de lo que era capaz por verla feliz, aquellas palabras se clavaban lentamente en el pecho de Sora como una filosa daga, sentía su corazón destrozado y supo realmente cuanto lo amaba. Sin embargo, ya no tenía ni una oportunidad, había sido tan tonta al rechazarlo y eso era tal ves lo que mas le dolía, lo había despreciado y ahora que lo había perdido, ya no había manera de recuperarlo... Sora ya no quería escucharlo mas, aquellas palabras le hacían mucho daño, así que sin mas, dio media vuelta y se marchó corriendo hacia la posada en donde se escondió para poder al fin dar rienda suelta a sus lagrimas y su dolor... 

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-Que tonta fui... Si te hubiera escuchado en ese momento nos abríamos ahorrado tanto sufrimiento...  

Las palabras de Sora se fueron con el viento, su vista permanecía perdida en el horizonte donde el mar y el cielo se fundían. Llevaba toda la mañana observando hacia el infinito a través de la ventana, meditando sobre lo que debía hacer. Hacía tiempo que había perdonado a Tai, solo faltaba Mimi... Solo necesitaba pensarlo un poco mas, convencerse de que era lo correcto,  convencerse de que en verdad Mimi no era tan culpable como ella suponía... 

En la sala de la posada, Mimi comenzaba a impacientarse, nunca había sido buena esperando pues era fiel creyente de que eso era una tortura voluntaria. Se había bronceado por treinta minutos, entrado a la posada a ducharse dejando a TK y Kary a espera de Matt, comido un refrigerio y del rubio ni sus luces. La chica estaba al borde de la desesperación imaginando cantidad de cosas que lo pudieron haber retrasado, pensó primero en una pelea entre él y Tai, después algún accidente que incluía huesos rotos y fracturas. Después, su imaginación que había sido entrenada por todo un año, la había hecho pensar en un secuestro o asesinato. TK le hizo prometer que dejaría de leer tantos libros a pesar de pertenecer al club de literatura de la escuela.  

Finalmente, Tai y Matt aparecieron con toda tranquilidad charlando de cosas triviales como los planes para esa noche, una cena en un buen restaurante y una última visita a la disco para relajarse, Mimi estuvo absorta pensando en lo que podría ocurrir, estaba muy nerviosa pues ni siquiera sabía que era lo que Tai le había dicho a su amigo y aunque ella no lo deseara, todos se dieron cuenta de su comportamiento, en especial Matt que también comenzaba a ponerse nervioso a causa de no saber hasta que punto sabía Mimi lo que planeaba decirle aquella noche.  

Sora se unió al grupo un rato después mostrándose mas animada, como si nunca hubiera peleado con Mimi. Sin duda alguna, las cosas estaban mejorando. El plan de los chicos avanzó a la perfección, cenaron todos juntos en un fresco restaurante animado con música en vivo, ahí bailaron un poco y TK dio la noticia a todos de que por fin se le había declarado a Kary, y esta, gustosa había aceptado su propuesta, Tai se mostró en principio muy serio, pero en seguida dejó de bromear y felicitó a su nuevo cuñado deseándoles un feliz noviazgo aunque advirtiéndole que cuidara mucho de su joven hermana, Sora y Mimi lo interrumpieron de pronto, bromeando sobre quién de ellas sería la madrina para el día de la boda haciendo que Tai pensara que esa relación llevaba años y no solo horas, “¿¡Boda? Pero si son aún muy jóvenes!!” Había gritado el castaño y al instante las chicas soltaron la carcajada. 

La noche era aún joven cuando salieron del restaurante aún bromeando sobre el futuro de la joven pareja y para cuando llegaron a la disco, TK y Kary ya habían elegido quien sería madrina o padrino que todo lo habido y por haber, la música y las luces les hicieron olvidarse de todo lo malo que había ocurrido durante el año anterior, fue como si nada de aquello hubiera ocurrido realmente tratándose solo de un mal sueño, todos volvían a estar unidos y la amistad se sentía en el aire, sin embargo, Tai, Mimi y Matt sabían que aún faltaba algo por ocurrir, algo que habían estado esperando todo ese tiempo y que por fin iba a suceder....

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